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11/25/2006

COMENCEMOS CON UNA BUENA HIGIENE MENTAL


LA SABIDURIA


La gran protagonista de la evolución es la experiencia. A través de ella las especies aprenden, desarrollan el instinto y avanzan.
El hombre posee una cualidad única que le aventaja sobre las demás criaturas: el lenguaje -hablado y escrito- que le permite transmitir sus experiencias y recibir información de otros.
El cerebro humano ha desarrollado mecanismos capaces de procesar, memorizar y reproducir información. Esta habilidad ha contribuido grandemente a la evolución de nuestra raza y ha acelerado el sistema de aprendizaje, pero...
Sólo se sabe lo que se experimenta. La información no es más que un sistema de referencias que sólo puede resultar de gran ayuda en el análisis y asimilación de nuestras propias vivencias, pero que no es, en sí mismo, una fuente de sabiduría.
Esto parece ignorarlo el sistema de educación occidental que atesta de información al individuo y sólo considera aventajado a quien es capaz de almacenar y reproducir más datos. Corremos el riesgo de descuidar el cultivo de las facultades superiores de la mente, al potenciar excesivamente los mecanismos automáticos cerebrales que realizan funciones semejantes a las de los procesadores.
Por otra parte, aceptar como verdad última la información recibida es el paso definitivo para la robotización del ser humano. Y no deja de ser irónico que esto ocurra bajo el señuelo de la libertad. El mundo está plagado de ingenuos que creen que nadan en un océano de libertad sólo porque se les otorga el derecho a tomar pequeñas opciones, mientras se les condiciona culturalmente desde la infancia por medio de la información.
La información es útil cuando el individuo puede filtrarla con ayuda de la discriminación y metabolizarla con la propia experiencia. En todos los demás casos constituye una programación, un lavado de cerebro. La persona informada, como las computadoras de la quinta generación, parece muy inteligente, pero no lo es. En cambio, sí resulta útil al cumplir fielmente las funciones para las que ha sido programada.
Mientras no haya una individualidad soberana que utilice inteligentemente la información en lugar de mimetizarse con ella, el hombre no será libre por más que muchos proclamen la libertad como bandera. Creérselo forma parte del programa.
Hay campos en los que la información transmite el conocimiento práctico acumulado por la especie y es extraordinariamente útil. Pero hay otros, que la mente tiende a aceptar con la misma reverencia casi religiosa, en los que la información no es más que la interpretación subjetiva de la experiencia de otra persona. Aquí es donde la discriminación ha de intervenir de manera implacable.
La sabiduría es la esencia que las facultades superiores de la mente liban en cada experiencia, mientras que la información es el relato de esa vivencia. Sin experiencia no hay auténtico conocimiento, y sin éste no hay libertad posible.

Aforismos.

· La verdadera sabiduría consiste en unir lo que es bueno con lo que es mejor. En separar lo que es bueno de lo que es malo, pero sabiendo que el mal siempre tiene dos caras.
· El sabio no ignora que cualquier parte del Universo, por infinitesimal que sea, sabe todo lo que ocurre en el resto del Universo, y que todo el resto del Universo sabe lo que ocurre allí.
· Sabe el sabio que es fácil imponer la ley por la fuerza. Y que es difícil propagarla con el ejemplo.
· La meditación profunda, la plegaria espontánea, el reposo solitario, la alimentación sencilla y el movimiento mesurado, mantienen el espíritu, el alma y el cuerpo del sabio.
· Aquel que reconoce su ignorancia, su impotencia y sus faltas, está empezando a caminar por el sendero de la sabiduría.
· Es sabio aquel que llega a ser lo que Es.
· El sabio ilumina y vivifica todo lo que se le acerca.
· El sabio muere a sí mismo y nace en el creador. Muy pocos conocen esto.
· Sabe el sabio que uno puede entenderse con los demás sin hablar. Y que podemos perder a nuestro mejor amigo pronunciando una sola palabra.
· Sabe el sabio que el mundo actual ni es bueno ni malo, ni real ni ilusorio. Sabe que está formado por una porción de luz divina fraccionada al infinito en las tinieblas del No-Ser.
· Sabe el sabio que lo que es muy complicado -como muchas doctrinas o filosofías- esconde casi siempre la mentira. Lo que parece muy sencillo, encierra a menudo una verdad sublime.
· Sólo aquel que ha recorrido la senda de la sabiduría puede indicar el camino, pero son pocos los que le escuchan y le creen.
· La humildad y el amor son el adorno de la sabiduría.
· Ninguna religión -esto lo sabe muy bien el sabio- tiene el monopolio del Creador, ya que él es Único y ellas son diversas. Sabe el sabio que la esencia de todas es la misma, cuando ellas enseñan el Amor y viven el Amor, pues de lo contrario no son sino cuentos.


EL PENSAMIENTO


Nos damos cuenta de que estamos condicionados. El analizar, el pensar sobre un problema es ejercer la fuerza para romper con algo.
Limitémonos a ver el problema, no preguntemos cuál es la respuesta, la solución. El hecho es que estamos condicionados y que todo pensar destinado a comprender este condicionamiento será siempre parcial; por lo tanto, jamás hay una comprensión total. Y sólo en la comprensión total del proceso íntegro del pensar hay libertad. La dificultad está en que siempre estamos funcionando dentro del campo de lamente, del pensamiento y, vemos que siempre es parcial.
Para liberar la mente de todo condicionamiento, debemos ver la totalidad de éste sin que intervenga el pensar. Esto es ser libre con respecto al "yo".

***
El pensamiento es una fuerza vital; es la fuerza más viva, sutil e irresistible que existe en el universo.
El pensamiento es una gran fuerza, es una fuerza dinámica. Lo producen las vibraciones del Prana físico, en la sustancia mental. Es una fuerza como la gravedad, la atracción o la repulsión.
Estás rodeado por un océano de pensamiento. Estás flotando en el océano del pensamiento. Estás absorbiendo determinados pensamientos y rechazando otros en el mundo del pensamiento. El mundo del pensamiento es relativamente más real que este universo físico.
Los pensamientos son cosas vivas. Cada cambio de pensamiento va acompañado de una vibración en su materia mental.
Cada pensamiento tiene un nombre y una forma determinados. La forma es el estado más grueso, y el nombre el más fino, de una fuerza única que se manifiesta llamada pensamiento.

El pensamiento es materia sutil
El pensamiento es materia sutil. El pensamiento es una cosa tangible como un pedazo de piedra. El pensamiento tiene forma, medidas, contornos, color, cualidad, sustancia, fuerza y peso. Un pensamiento espiritual es de color amarillo, un pensamiento cargado de ira y de odio es de color rojo oscuro; un pensamiento egoísta es de color marrón, etcétera.
Puede que tú mueras, pero tus pensamientos no pueden morir nunca. Los pensamientos poderosos de los grandes sabios de antaño se conservan aún en los registros akásicos o etéreos. Los perceptivos que tienen visión clarividente pueden percibir estas imágenes de los pensamientos y leerlas.
Quien tiene pensamientos puros habla poderosamente y produce una impresión profunda en las mentes de quienes le escuchan. Influye en millares de personas por medio de sus pensamientos puros. Un pensamiento puro es más agudo que el filo de una cuchilla.

El pensamiento construye el carácter
Cada pensamiento tuyo tiene para ti un valor literal en todos los aspectos. La fortaleza de tu cuerpo y la de tu mente, tu éxito en la vida y el placer que produzca a los demás tu compañía, dependen de la naturaleza y calidad de tus pensamientos. Debes conocer las culturas del pensamiento, que es una ciencia exacta.
El hombre es creado por el pensamiento. En lo que el hombre piensa, en ello se convierte. Piensa que eres fuerte, y fuerte te volverás. Piensa que eres débil y te volverás débil. Piensa que eres necio y te convertirás en necio. El hombre forma su propio carácter, convirtiéndose en lo que piensa. Si meditas sobre el coraje, instaurarás éste en tu carácter. E igual ocurre con la pureza, la paciencia, el no-egoísmo y el autocontrol. Si piensas noblemente, construirás para ti gradualmente un carácter noble. Pero si piensas de una forma baja, formarás un carácter mezquino. Puedes construir tu carácter igual que un albañil construye un muro obrando con y por medio de la ley.
La mente tiene un gran poder de atracción. Estás continuamente atrayendo hacia ti, tanto el lado visible como el invisible de las fuerzas vitales, pensamientos, influencias y condiciones similares a las de tus propios pensamientos. Lleva contigo cualquier tipo de pensamiento que te guste y, en tanto que lo retengas, no importa que vayas de un lado para otro por mar o por tierra, atraerás incesantemente hacia ti, advirtiéndolo o no, exacta y únicamente lo que corresponda a la cualidad predominante en tu propio pensamiento.
Un buen pensamiento es triplemente beneficioso. Primero beneficia a quien lo piensa, mejorando su cuerpo mental. En segundo lugar, beneficia a la persona en la cual se piensa. Y, finalmente, beneficia a toda la humanidad, mejorando la atmósfera mental general.
Por el contrario, un pensamiento negativo es triplemente perjudicial. En primer lugar, daña a quien lo piensa, dañando su cuerpo mental. En segundo lugar, daña a la persona que es su objetivo. Y, por último, daña a toda la humanidad, viciando toda la atmósfera mental.
Los pensamientos llevan a la acción. Los malos pensamientos producen malas acciones. Los buenos pensamientos generan buenas acciones. Los pensamientos son fuente de todas las acciones. El pensamiento es el verdadero Karma. Pensar constituye la verdadera acción. Si puedes desarraigar todos los malos pensamientos desde el principio, no cometerás ninguna acción reprobable. Si puedes cortarlos en cuanto broten, te librarás de las desgracias y aflicciones de este mundo. Observa tus pensamientos con vigilancia e introspección.

La erradicación de pensamientos negativos
Primero penetra en la mente un mal pensamiento. Entonces cultivas una imaginación fuerte. Te deleitas dando vueltas a ese mal pensamiento, consintiendo que permanezca en tu mente. El pensamiento negativo, al no ser resistido, va gradualmente fijándose en tu mente, hasta ser muy difícil de expulsar.
Los pensamientos ganan fuerza por medio de su repetición. Si cultivas en una ocasión un pensamiento bueno o malo, ese pensamiento tendrá una cierta tendencia a regresar de nuevo.
Los pensamientos similares se agrupan, lo mismo que los pájaros de la misma especie forman una bandada. Si cultivas un solo pensamiento negativo, se agruparán en ti todo tipo de malos pensamientos y te harán caer. Mientras que si cultivas cualquier pensamiento bueno, se reunirán en ti todo tipo de pensamientos buenos y te elevarán.
Controla tus pensamientos. Del mismo modo que conservas sólo las frutas buenas de la cesta, desechando las malas, conserva únicamente los pensamientos buenos en tu mente, rechazando los malos. Extirpa la codicia, la avaricia, el egoísmo. Cultiva únicamente pensamientos puros. Aunque ésta sea una tarea difícil, tendrás que practicarla. Donde no hay esfuerzo no hay ganancia.
Los pensamientos son como las olas del océano. Son incontables. Puedes desesperarte al principio, pues puede que algunos se desvanezcan, mientras que otros se derramarán como una corriente poderosa. Los mismos viejos pensamientos que fueron en una ocasión suprimidos, pueden volver a mostrar su cara después de algún tiempo. Nunca des lugar al desaliento durante tu práctica. La fortaleza espiritual interna se manifestará en ti gradualmente. Podrás sentirla y triunfarás al final. Todos los sabios de antaño tuvieron que afrontar las mismas dificultades que tú experimentaras ahora.
Date cuenta por ti mismo de las graves y funestas consecuencias de los malos pensamientos. Eso te pondrá en guardia cuando éstos te asalten. En el momento que aparezcan, esfuérzate por distraer tu mente con algún otro objeto, con pensamientos positivos, la meditación o un mantra. El deseo sincero de expulsar los malos pensamientos te mantendrá siempre alerta. Tanto es así, que incluso si te asaltan en el sueño, te despertarás de inmediato.
Vigila tu mente a cada minuto. Llena tu mente de pensamientos sublimes y date tiempo para que ellos entre en ti.

El pensamiento claro
La mayoría de personas no saben lo que es el pensamiento profundo. Sus pensamientos se mueven alborotados. Hay mucha confusión a veces en su mente. Sus imágenes mentales están muy distorsionadas.
Los pensadores no abundan en este mundo. El pensamiento es superficial en la gran mayoría de las personas. El pensamiento profundo requiere de una práctica intensa. El hombre que dice la verdad y que tiene pureza moral, alberga siempre pensamientos poderosos. Quien ha controlado la ira por medio de una práctica prolongada, tiene un gran poder de pensamiento.
Cuantos menos pensamientos hay, mayor es la paz. Cuantos menos deseos se tienen, menos son los pensamientos. Recuérdalo siempre.
Una persona adinerada, que está dedicada a especular en una gran ciudad y que tiene un elevado número de pensamientos, tiene una mente intranquila a pesar de sus comodidades. Mientras que un peregrino, que practica en control de pensamiento, es muy feliz a pesar de su pobreza.
A través de una práctica constante e intensa, puedes aquietar tus olas mentales y quedar libre de pensamiento. El hombre sereno sin olas en su mente ayuda más al mundo que el hombre que habla desde una tribuna. La gente ordinaria difícilmente puede entender esto. Cuando estás sereno, penetras e impregnas realmente cada átomo del universo, purificando y elevando al mundo entero. Intenta que tu mente sea un océano tranquilo, sin olas de pensamientos en tu mente.

· En el acto de pensar está implicado todo el hombre, pero sobre todo el cerebro. Pensarás con más claridad y rigor cuanto más sano esté tu cuerpo físico y más fuerte y en equilibrio tu cuerpo de energía vital que lo interpenetra.
· Una mente flexible y abierta es una mente entrenada. Una mente rígida es una fuente de sufrimiento para ti mismo y un peligro para los demás.
· Comprueba con frecuencia si esa opinión que emites es fruto de tu propio pensamiento o del pensamiento de otros. Has de aprender a pensar por tu cuenta, sin temor a equivocarte; de los errores también se aprende.
· Para pensar necesitas relacionar datos. Has de poseer un criterio claro para seleccionar la información fidedigna e introducirla en tu memoria. Tus decisiones serán mucho más certeras.
· Un pensamiento vivo, trabajado y sentido, es fuente de ideas propias. Con un pensamiento puramente intelectual, muerto, no pasarás de ser un almacén de ideas ajenas.
· La opinión pública no es sino la opinión de unos cuantos, que los demás aceptan.
· Atribuir un gran valor a la opinión de los hombres es, por lo general, dispensarles demasiado honor.
· Se debe pensar lo justo. Quien piensa en exceso no vive, se desvive. A quien no piensa le manejan.
· El que piensa en exceso no actúa, no se mueve. El que piensa demasiado poco es temerario. El valiente piensa lo justo.
· El pensamiento consciente no es una actividad espontánea más que en los pensadores de profesión. Esfuérzate en dedicar cada día un tiempo para pensar. No elijas al comienzo algo complicado. Pensar en algo así como en un alfiler, puede ser bueno para empezar.
· ¿Has pensado si tienes tiempo para pensar?
· Un mal pensamiento es ya un castigo.
· Párate a pensar y procura averiguar si gran parte de tu modo actual de pensar no es fruto de tus miedos, de tus complejos, de tus frustraciones, de tu pereza, de tu ambición, de tu lujuria, de tu ira, etc.
· No dejes de alimentar cada día tu alma con hermosos pensamientos.
· Hazte un fichero. Anota en cada ficha un hermoso pensamiento, sacado de tus lecturas, meditaciones, conversaciones, etc... Trata de memorizar uno cada día. Pon una ficha al alcance de tu vista cada día para poder leerlo varias veces.
· Ya que siempre no podemos decir lo que pensamos, pensemos siempre lo que decimos.
· No pienses enseguida que tu sufrimiento se debe a la mala suerte. Examina, más bien, si tu forma de pensar es la adecuada.
· Pensando puedes llegar a algunas verdades sobre ti mismo. Son pocos los que tienen el valor de decirse la verdad.
· ¿Existe alguna verdad absoluta? Encierran más verdad las paradojas que los dogmas. Una teoría abierta e incluso dispuesta a autodestruirse a sí misma es mejor que cualquier doctrina. Lo mejor de todo, la espontaneidad creadora y libre. No defiendas ninguna doctrina. Defiende, en todo caso, un método de conocimiento y de autosuperación. Y sobre todo defiende al hombre y su libertad.


RELIGION


La religión representa la relación entre los tres principios fundamentales, que son: el Ser Supremo de Luz, el mundo y el individuo. La religión proporciona solaz al peregrino exhausto en este plano terrestre, explicándole el misterio de la vida y mostrándole el camino hacia la morada inmortal.
La religión no implica una NEGACIÓN de la vida, sino la plenitud de ésta. Es la vida eterna. El hombre se convierte en Dios a través de la disciplina, el autocontrol y la meditación. ESTO ES LA RELIGIÓN.
La religión consiste en hacer el bien a los demás, en practicar el amor, la misericordia, la veracidad y la pureza en todos los senderos de la vida. La religión es la filosofía en práctica, y la filosofía es la religión en teoría. La filosofía implica una búsqueda, una indagación y una pregunta constante. La religión consiste en sentir, realizar y experimentar.
Cualquier religión es tan buena como la otra. Cualquier sendero o camino que conduzca a lo Supremo es tan bueno como otro cualquiera. Por eso, además, de las religiones generalistas deben haber las minoritarias e incluso las más necesarias... las individuales. Todas ellas con un mismo objetivo la búsqueda de nuestra verdad. Las vacas tienen colores distintos, pero el color de su leche es el mismo. Hay muy distintos tipos de rosas, pero su fragancia es la misma. La religión es una sola, aunque son muchas las formas de practicarla. La diversidad es el orden de la creación, y la religión no es una excepción.

La esencia de la religión
La religión no es un dogma. El credo es como trozos de paja. No es la teología tampoco. No se trata de una mera creencia ni de una emoción. Tampoco es simplemente una corta oración que uno hace únicamente cuando sufre de cólico intestinal agudo o de un ataque de gota. Consiste, principalmente, en una vida de bondad y servicio, en una vida de meditación.
La esencia de la religión no consiste en pintarse signos sobre la frente, ni en dejarse crecer las greñas y una buena barba, ni de raparse la cabeza y cantar el hare-hare, ni tampoco en permanecer de pie bajo un sol sofocante o sumergido en agua helada, ni de llevar hábito de color naranja, ni en tocar las campanas, soplar la concha o tocar los platillos, sino en una vida de bondad, pureza y servicio en medio de las tentaciones mundanas.
No dejes que tus preferencias personales, la fuerza generada del convencionalismo o la opinión de fanáticos y sectarios te cieguen, haciéndote adoptar una visión estrecha de la religión. Has de ser capaz de diferenciar lo esencial de lo no esencial en la religión y en la filosofía, por medio del discernimiento y la discriminación puras. Sólo entonces podrás intentar ser feliz.


PUREZA


Un bania, o comerciante, se aproximó en cierta ocasión a un Sadhu (persona espiritual, maestro), pidiéndole que le iniciase. El Sadhu le dijo: "Espera y te iniciaré dentro de algún tiempo." El bania presionó al Sadhu una y otra vez, deseoso de ser iniciado rápidamente, pero aquel se negaba por completo, alejándose de él. No obstante, un par de años después, el Sadhu decidió visitar al comerciante, llevando su escudilla para pedir limosna llena de barro, pelos, orina y excrementos. Pidió, pues, limosna al bania, y éste le ofreció todo tipo de dulces, que el mismo había preparado, pensando que esta vez sería por fin iniciado por el Sadhu. Éste le dijo entonces: "Ponlo todo en mi escudilla." El bania le preguntó asombrado: "Suámiyi, ¿cómo lo voy a poner en esa escudilla tan sucia? Límpiala y tráemela luego para poner en ella cuanto te he preparado." El Sadhu le replicó entonces: "Si eso ocurre con esta escudilla, ¿cómo puedo yo poner la pureza del Señor en tu corazón, que está lleno de todo tipo de impurezas, cómo ira, orgullo, avaricia, etc.? ¿Cómo podría iniciarte ahora, cuando tu mente está aún tan sucia como esta escudilla?" El comerciante se deprimió mucho y se alejó avergonzado. Después de aquello, se purificó por medio de la caridad, el servicio desinteresado, etc., siendo iniciado más tarde por el Sadhu.
De igual modo que el agua teñida penetra libre y fácilmente en la tela cuando ésta es completamente blanca, asimismo las instrucciones de un sabio penetran y se establecen en los corazones de los aspirantes sólo cuando las mentes de éstos son sosegadas, cuando no tienen deseos de gozar solamente y cuando han destruido sus impurezas.
La disciplina y la purificación de la mente son los requisitos esenciales para el aspirante en el sendero de la Verdad y la realización del Ser. Primero debe prepararse el terreno y, más tarde, la iniciación llegará por sí sola.

La pureza interna y la pureza externa.
Existen dos tipos de pureza: la interna y la externa. El estar libre de Raga-Duesha (Atracción y repulsión),la pureza de intenciones, la pureza de motivos y la pureza de sentimientos, constituye la pureza interna. La pureza del cuerpo por medio del baño etc., la pureza de ropa, la pureza del contorno como la casa y la vecindad, constituyen la pureza externa.
La pureza externa genera pensamientos puros. Su práctica proporciona indiferencia hacia el propio cuerpo y hacia el de los demás. Pronto pierdes "Mamata" o el sentido de propiedad de tu cuerpo.
La pureza interna es más importante que la externa. La pureza interna fija la mente en un único punto, proporciona serenidad, alegría, regocijo, fortaleza, armonía, sosiego y felicidad, e infunde amor, paciencia y magnanimidad.
Si tomas una alimentación pura, tendrás una mente pura. Si tienes pureza de mente, recordarás al Ser Supremo de Luz. Si lo recuerdas a él siempre, los nudos que oprimen el corazón, que son la ignorancia y el deseo, se desvanecerán.
La pureza mental por medio de un entrenamiento ético es, pues, de capital importancia si deseas tener éxito en la meditación y la superconsciencia.
Practicar la meditación o la contemplación en una mente perturbada por no cumplir con los preceptos morales (los tuyos, no los falsos conceptos morales de esta sociedad viciada), es como construir una casa sobre cimientos podridos. Puede que construyas la casa, pero, sin duda, acabará por caer. Igualmente, puede que practiques meditación durante muchos años, pero no conseguirás obtener ningún resultado tangible, ni fruto si no la fundamentas en un entrenamiento ético.
Si deseas instalar a Ser de Luz en el trono de tu corazón, tendrás que erradicar todas las modificaciones negativas de tu mente. ¿Qué haces cuando esperas recibir la visita de un personaje importante en tu casa? Limpias enseguida toda tu casa y la dejas reluciente. De la misma manera, tendrás que eliminar toda la escoria de impurezas de tu mente si quieres comulgar con la Luz y si quieres con sinceridad que tome asiento en tu corazón.
Los deseos mueven los sentidos. Los deseos pueden controlarse únicamente refrenando los sentidos. Controla los sentidos y aniquila los deseos.
No seas indulgente contigo mismo. Adhiérete a tus propios votos. Sé firme y resoluto. Aspira intrépidamente. Afirma y manifiesta tu control sobre la mente y los sentidos. Brillarás con el resplandor espiritual. Alcanzarás así la meta gloriosa de la vida espiritual.
La pureza es el sendero que conduce hacia ese Ser de Luz. Sin pureza, no es posible hacer ningún progreso espiritual. Tu alma es eternamente pura. Pero a través de tu contacto con la mente y los sentidos te has vuelto impuro. Recupera tu pureza original por medio de la meditación, la oración, la búsqueda de ¿quién soy yo? y una alimentación pura.
Purifica tu intelecto. Purifica tu corazón. Purifica tu palabra. Purifica tu cuerpo. Purifica tus sentidos. Purifícate, purifícate, purifícate.
La pureza de corazón es la puerta hacia la Luz. Es la antecámara de la presencia del Señor. Es la llave que abre las puertas de la intuición, que conducen a la morada de la paz suprema. Por tanto, obtén la pureza con todo el sacrificio del mundo. La pureza es el pasaporte hacia la tierra luminosa.


VIRTUDES



· Las virtudes son como bellas flores que adornan tu personalidad.
· La sangre se hereda. La virtud se conquista.
· Las virtudes que se ostentan son vanas y falsas virtudes.
· La virtud no vive en soledad, pronto se le acercan vecinos.
· La virtud es inseparable de la dicha.
· No podemos ver a la virtud sin amarla.
· Serás tanto más libre cuantas más virtudes desarrolles.
· Eso que llamas tu mala suerte, ¿no será que te faltan virtudes?
· Nuestras virtudes son a menudo hijas de nuestros vivios. Hijas del esfuerzo que nos costó superarlos.
· No reconocerás tus defectos y empezarás a transformarlos si no tienes una mínima dosis de humildad.
· Las personas en exceso "virtuosas" desacreditan a la virtud.
· Es el hombre quien debe desarrollar su virtud, no la virtud al hombre.
· La virtud es el punto medio entre dos vicios opuestos. Así, la valentía es el punto medio entre la temeridad y la cobardía.
· La virtud lleva la recompensa en sí misma.
· La virtud no consiste en abstenerse del vicio, sino en no desearlo.
· Para llegar al conocimiento de la verdad sólo hay un camino: el de la humildad.
· Un gramo de humildad vale más que una tonelada de honores.
· Cuanto más grandes somos en humildad más cerca estamos de la grandeza.
· La humildad es la reina de las virtudes. Es la luz que disipa las tinieblas esparcidas por el orgullo y la soberbia. Es el bálsamo que dulcifica las amarguras y pesares de la vida.
· Comprobarás tu grandeza cuando sepas sobreponerte sin esfuerzo a las grandes humillaciones.
· Sólo al orgullo le hunde la humillación.
· La única forma de no exponerse a sufrir una humillación es preveerla.
· El buen humor es un deber que tenemos para con nuestros prójimos y semejantes.
· La función química del humor es ésta: cambiar el carácter de nuestros pensamientos.
· El buen humor, con frecuencia, es hijo de la humildad y la modestia.
· Sencillez en el hablar, en el vestir, en todos tus modales.
· Las verdades profundas siempre pueden expresarse de un modo sencillo.
· Es curioso observar cómo casi todos los hombres que valen mucho son de maneras sencillas y que casi siempre las maneras sencillas son tomadas por indicio de poco valor.
· De las hermanas del Amor, una de las más bellas es la piedad. Desarrollarás la piedad cuando adquieras la capacidad de meterte dentro de la piel del otro.
· Lo que la lluvia es para el fuego, lo es la piedad para la cólera.
· Una piedad sin límites para todos los seres vivos es la prueba más firme y más segura de la conducta moral interior y propia.
· Difícilmente yerra la persona moderada.
· Has de aprender a usar de todo con moderación y sobriedad.
· Rechazar las alabanzas, la mayoría de veces, es un deseo de ser alabado dos veces.
· La modestia es al mérito lo que las sombras a las figuras de una cuadro. Les da relieve.
· ¿Tú te consideras modesto? No te creía tan orgulloso.
· Si la hipocresía muriera, la modestia debería ponerse, por lo menos, de medio luto.
· Sé modesto. Piensa que todavía te queda mucho por aprender.
· La modestia sola es capaz de desarmar la envidia, que por lo común hace a los hombres injustos.
· La vanidad es el amor propio al descubierto.
· La falsa modestia no es otra cosa que el orgullo disfrazado.
· Sé generoso. Hay que haber sido pobre para apreciar la dicha de dar.
· El que más da es el que más adquiere.
· Más que en dar la generosidad consiste en enseñar a cómo ser y tener.
· La discreción es la virtud sin la cual todas las demás dejan de serlo.
· Sé discreto. El día tiene ojos. La noche tiene mil orejas.
· La mejor disciplina se llama autodisciplina.
· La templanza es el vigor del alma.
· La confianza en sí mismo es el secreto del éxito.
· Generalmente ganamos la confianza de aquellos en quienes ponemos la nuestra.
· Sé justo antes de ser generoso. Sé humano antes de ser justo.
· Sin piedad la justicia se torna en crueldad. Y la piedad sin justicia en debilidad.
· Donde no hay libertad no hay justicia, y donde no hay justicia no puede haber libertad.
· Es bastante más fácil ser caritativo que justo.
· Muchas personas intentan ser buenos porque no saben ser justos.
· Donde no hay esperanza no puede haber esfuerzo.
· La esperanza deja de ser felicidad cuando va acompañada de la impaciencia.
· Basta la más pequeña partícula de esperanza para engendrar un gran amor.
· La esperanza es un préstamo hecho a la felicidad.
· La limpieza es para el cuerpo lo que la pureza es para el alma.
· Por lo general el limpio de cuerpo también lo es de alma.
· Con orden y tiempo se encuentra el secreto de hacerlo todo y hacerlo bien.
· En el trato con los demás, la comprensión, el respeto y la tolerancia deben ser la expresión del desarrollo progresivo de la virtud en ti.


EL SABER NO OCUPA LUGAR


· Más importante que saber, es saber cómo saber.
· La parte más importante de la instrucción debería ser enseñar a saber cómo saber.
· Para saber existen los métodos de la ciencia materialista. Y los de la Ciencia Espiritual. Búscalos y los encontrarás.
· El conocimiento que sólo aborda la descripción del mundo de los efectos se queda a medio camino.
· El hombre, si profundiza suficientemente su pensar, vive, en virtud de él, dentro de una realidad espiritual de índole universal.
· Podemos creer que los pensamientos de las cosas moran dentro del hombre, cuando en realidad imperan en las cosas mismas.
· Por vivencia personal podemos deducir y reconocer el hecho de que el hombre puede intuirse a sí mismo como espíritu independiente del cuerpo arraigado en un mundo puramente espiritual.
· Existe una creciente sed por una concepción satisfactoria del mundo y de la vida pero la filosofía actual no es capaz de dar respuestas convincentes. No se puede crear, artificialmente un anhelo espiritual sino buscarlo allí donde ya existe y satisfacerlo.
· Muchos de nuestros filósofos actuales engendran problemas que no son natural derivación de la época cultural que hemos alcanzado y en consecuencia a nadie interesa mucho de lo que ellos pueden decir.
· La filosofía materialista no puede dar respuestas a los problemas y anhelos más esenciales del hombre, que son de índole espiritual.
· La ciencia pasa por alto los interrogantes que nuestra formación cultural no puede menos que formular. Se pasa por alto el ¿para qué todo esto? ¿hacia dónde vamos con todo esto?
· Debemos enfocar el conocimiento del Universo no como si éste fuese un mecanismo, sino como un organismo viviente interpenetrado del mundo causal del espíritu.
· Mucho del error filosófico de la actualidad tiene su origen en que se reclama validez universal para un modo de pensar que sólo lo tiene para una clase de objetos.
· Para que nuestra capacidad de pensar sea capaz de penetrar el mundo en profundidad el pensamiento mismo debe empezar a devenir experiencia.
· Hemos de enfrentarnos con la experiencia pura y buscar en ésta el elemento que la ilumina, tanto a ella como a la demás realidad
· El error básico de muchas Gnoseologías actuales es que creen relatar la experiencia pura cuando, en realidad, no hacen más que leer en ella lo que ellas mismas escribieron.
· Sólo al pensar puede aplicarse el principio de experiencia en su significación más extrema.
· El pensar capta un aspecto de la realidad del cual un ser puramente sensorio sólo suministra un lado de la realidad. El otro se capta mediante el pensar.
· La función del pensamiento no es rumiar lo que transmiten los sentidos sino penetrar en lo que a estos les es vedado.
· El pensamiento no es receptáculo sin contenido, sino que tiene un concepto en sí, contenido que no coincide con el de ninguna otra forma fenoménica.
· Para emplear el pensamiento con éxito en la tarea de conocer debemos tener un buen entrenamiento. La Ciencia Espiritual proporciona un buen método.
· El entrenamiento con el pensamiento es una gran ayuda para el éxito, la paz interior y la felicidad.
· El pensar es una totalidad en sí, autosuficiente, que no debe trascenderse a sí mismo so riesgo de ir a parar en el vacío. El pensar, para explicar algo, no debe recurrir a elementos que no se hallen dentro de sí mismo.
· Una cosa que el pensar no pudiera abarcar sería una anticosa. Todo halla su lugar en el pensar.


LIBERTAD


Una de las características más sobresalientes del ser humano es su ansia de libertad. Libertad es una palabra sagrada en el mundo occidental. Hasta se le ha erigido una estatua en el confín de América que da la bienvenida a cuantos llegan a la ciudad de Nueva York desde el Viejo Continente. En Francia, la libertad forma parte de la trinidad política del país, junto a la igualdad y la fraternidad. También figura en el ideario de anarquistas, republicanos y demócratas. Tal vez no sea exagerado afirmar que la palabra libertad se repite hoy en el mundo más que el nombre de Dios.
Todos queremos ser independientes. Nadie desea servir a nadie. El empleado ahorra dinero sin desmayo para establecer su propio negocio. El catedrático aspira a ser rector. Todos deseamos ser legisladores. Todos queremos que los demás se rijan por nuestros deseos. A nadie le gusta verse sometido a los deseos de los otros. En el fondo de su corazón, nadie desearía tener rival. La causa de todo esto es que existe en nosotros un ser efulgente e inmortal que no tiene segundo, ni rival; que es el legislador íntimo y el soporte de todo el universo. Este ser constituye nuestra verdadera naturaleza, nuestra propia esencia y por eso todos albergamos tales deseos y sentimientos. La libertad es el derecho de nacimiento del hombre que ninguna fuerza puede suprimir. La libertad es una llama siempre viva.
Sin embargo, en el plano ordinario, los conceptos de libertad son distintos según las personas que los interpreten. Para unos, la libertad consiste en escapar a la esclavitud del consumo y a la tiranía del capitalismo. Para otros, libertad es el derecho a hacer o decir cuanto les venga en gana sin más límite que los que impone la libertad del prójimo o la ley común establecida y mayoritariamente aceptada. Es de suponer que para algunos la libertad constituye un derecho sin límites, absoluto, y para otros, en fin, sólo tiene aplicación en pequeñas cuestiones como elegir una camisa azul o blanca.
En esto de la libertad, como en tantas otras cosas, se busca un ejercicio exterior, aparente, ficticio. Se busca la libertad de hacer, de decir y de pensar. Para la mayoría, la libertad es sacudirse el yugo condicionante de las presiones externas, de las circunstancias, de las alineaciones o de otras personas. ¡Qué pocos se dan cuenta todavía de que la mayor esclavitud es la de la propia mente! ¡Qué pocos ven en el juego de los sentidos esa circunstancia condicionante que anula nuestra propia libertad! ¡Qué pocos aún los que aciertan a ver en su propio ego el tirano dictador que los oprime!
La libertad de palabra y de pensamiento no es verdadera libertad. Hacer en cada momento lo que a uno le viene en gana no es verdadera libertad. Poder desnudarse en público tampoco es libertad. Como tampoco lo es ser monarca, detentar poder o poseer inmensas riquezas. Ni siquiera renunciar al mundo puede considerarse una total liberación.
La auténtica libertad no es meramente política y económica, aun cuando éstas sean necesarias para el bienestar de la sociedad. La verdadera libertad es el dominio sobre sí mismo. La verdadera libertad consiste en librarse del egoísmo y de los deseos; de los gustos y de los disgustos; de la lujuria, de la avaricia y de la cólera. Son sus pasiones y deseos quienes verdaderamente esclavizan al hombre. Es su mente la causa de su falta de libertad y de su infelicidad.
Son muchos hoy los que claman por libertad, pero cuesta trabajo creer que esas voces entiendan muy bien toda la dimensión del concepto. Se lucha denodadamente por conseguir pequeñas libertades, pero eso es todo. Las libertades por las que muchos luchan hoy, otros las disfrutan desde hace tiempo y no por ello han desaparecido sus miserias y desdichas. ¿O es que la libertad política y sexual o la independencia económica liberan de enfermedades, dudas, angustias y temores? Los hombres nos liberamos de unas esclavitudes y caemos en otras. La verdadera libertad es liberarse de sí mismo. Hasta que el hombre no consiga trascender las limitaciones de su mente no habrá emancipación ni libertad. Es cierto que hay que reformar y perfeccionar lo externo. No es menos cierto que hay que someter y controlar lo interno. Algunos dicen: "En una sociedad libre y justa siempre reinaría la paz y la felicidad". Tal vez, pero una sociedad nunca será justa mientras no lo sean los hombres que la formen. Y la justicia del hombre no se consigue legislando, sino purificando el corazón. Del mismo modo, una sociedad nunca será libre mientras que los individuos que la componen sean esclavos de su ambición y sus pasiones. Si queremos una sociedad justa, formemos hombres justos. Si queremos una humanidad en paz, hagamos que la paz reine en el corazón de cada hombre. Si queremos un mundo libre, liberémonos de nuestros deseos egoístas y de nuestras pasiones incontroladas. Si queremos reformar la sociedad, reformémonos a nosotros mismos. La sociedad quedará automáticamente reformada.
Uno puede haber conseguido todas las licencias del mundo, pero seguirá prisionero de su propio cuerpo. Y además embutido en el rígido corsé de los hábitos. Y maniatado por sus apetencias y necesidades. Y vigilado por su eterno guardián: el ego. En estas circunstancias, ¿puede considerarse libre un hombre porque puede gritar?
Vivir es caminar hacia la libertad. La vida es una oportunidad que se nos da para liberarnos de nuestras miserias. Es preciso emplearse cuerdamente y no gastar la energía en salvas. Uno debiera practicar con perseverancia, con fe y con ilusión, preparándose con paciencia, no para ganar las pequeñas batallas de las libertades, sino para ganar la guerra de la auténtica liberación.

Aforismos.
· Amor, Sabiduría, Libertad, en esencia, son una o la misma cosa.
· Puedes llagar a la Libertad a través del Amor.
· El Amor necesita de la Sabiduría y va unido a ella.
· La Sabiduría necesita del Amor y va unida a él.
· Puedes llegar a la Libertad a través de la Sabiduría.
· La Libertad total es el reto esencial del hombre.
· La Sabiduría no es patrimonio de la razón.
· La Sabiduría lleva a la verdad.
· La verdad está más allá de las posibilidades de la mente.
· La Verdad es patrimonio del Espíritu, no del alma.
· No se puede transmitir la Verdad. La Verdad es vivencia.
· La Verdad no puede estar contenida en ninguna doctrina, en ninguna filosofía. Ellas pueden indicar un camino, una verdad con minúscula, pero nada más.
· La Verdad, que es una y única puede manifestarse de muy diversos modos.
· Todas las llamadas Verdades son relativas.
· Nadie te puede liberar.
· Serás más y más libre cuanto más te alejes de tus múltiples ignorancias y de tus múltiples y sutiles egoísmos.
· Busca mucho más dentro de ti que fuera de ti aquello que te impide ser libre.
· Has de poseer una mente flexible si deseas ser más libre.
· La libertad consiste en hacer lo que se debe hacer, amorosamente.
· La verdadera libertad, como la verdadera sabiduría y el verdadero Amor son ecuménicos.
· No puede existir libertad si no amamos a todos y cada uno de los reinos de la naturaleza.
· Serás tanto más libre cuanto más desarrolles y reflexiones sobre los ideales de los demás.
· El mayor obstáculo en el camino hacia la libertad, eres tu mismo.
· Ninguna doctrina, ningún partido político, te puede liberar. Has de ser tu con tu trabajo personal constante quien te libere.
· Un hombre puede ser libre estando en la cárcel. Una persona puede ser el mayor de los esclavos estando en plena naturaleza.
· Conforme vayas ganando en luz verás que cuanto más brillante es la luz, más sombras proyecta y de mayor intensidad.


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