Cuando tu deseo sea traer paz y armonía al mundo, tendrás que empezar por encontrar paz y armonía dentro de tu propio corazón. Hablar de la paz es una pérdida de tiempo. Tienes que tienes que buscar y encontrar esa conciencia de paz que nada ni nadie puede perturbar, y permanecer en ella. Con ese estado de conciencia, podrás ser eficaz y ayudar a traer paz y armonía a la vida de muchas personas. Primero sé consciente de la paz y armonía que hay en tu propia vida y que, como un guijarro arrojado en el medio de un lago, se expandirá en ondas que irán cada vez más afuera, tocando y cambiando la vida de muchos. “Como siembres, cosecharás.” Si sembraste discordia y desarmonía, cosecharás discordia y desarmonía, mientras que si sembraste paz y armonía, la cosecha de paz y armonía será grande, no sólo para ti, sino para todos aquellos con quienes estés en contacto.
Mantén ante ti la visión de la perfección, de la armonía y la belleza, y encuéntrala en todos y en todo. Que el amor que está en tu interior burbujee como el agua y fluya de la misma manera sobre todo. No hagas discriminación porque todos son Míos, todos sois una familia. El amor universal empieza en el interior de cada individuo y de allí se exterioriza. Cuando todos los seres se den cuenta de ello y dejen que el amor fluya libremente, grandes cambios se producirán en el mundo, porque es el amor el que transmuta todo el odio, los celos, la envidia, la crítica y la avaricia. Esas son las características que originan las guerras, la destrucción y la muerte. El amor crea vida, vida eterna, vida plena. El amor trae consigo paz, alegría, y verdadero y eterno contento y felicidad. Sobre todo trae unidad y unión. De modo que si te has ido por las ramas y has perdido tu camino, regresa al camino del amor que conduce directamente a Mí, y allí me encontrarás esperando en lo profundo de ti.
Déjame trabajar en ti y a través de ti. Deja que Mi amor y Mi luz fluyan libremente en ti y a través de ti hacia el mundo. Comprende que esto es como era en el principio, cuando caminábamos y hablábamos juntos, que te has ido del ciclo total y has vuelto otra vez y eres uno Conmigo, el Amado. No sueñes con ello, no anheles que sea así, simplemente sabe que ahora es así, que ya no hay más separación. Ya no tienes que vagar más en el desierto, perdido y solo, sin saber qué camino tomar. Date cuenta de que cada uno de tus pasos está guiado y dirigido por Mí y que cuando te vuelvas cada vez más consciente de Mí y de Mi divina presencia, no perderás otra vez tu camino. Así que da gracias siempre y haz que tu corazón esté tan colmado de alegría y gratitud que lo expreses en todo momento y con cada aliento digas: “Gracias, Bienamado”, Que la luz de Cristo brille siempre en ti ,Amén. Dedicado a todos los Otto que hay en este planeta, les bendice desde esta alma, Rosi.
