¡Bienvenidos a mi página! Quiero compartir todos estos conocimientos, enseñanzas y sabiduria contigo y espero que encuentres aquí algo de utilidad para toda tu vida. Disfruta de las palabras que estan plasmadas en este blog por que son enseñanzas que me ha ido transmitiendo el gran Macrocosmos creador o lo que tu llamas Dios, Alá, Yavhé y vuelve una y otra vez, haré lo posible para que este sitio sea de tu interés y el de toda tu gran familia espiritual, si no estas muy apurado re distribuye este link con quienes comparten tu existencia planetaria, y recuerda... el futuro lo haces tu .

¡Gracias por tu tiempo! mi correo es :
rositaoldfield@yahoo.com.ar, escribeme, me comprometo a contestar a todas tus inquietudes, te saluda con afecto, Rosi.



 

10/21/2018

ESPIRITUALIDAD VERSUS RELIGIÓN.

Y entonces, Qué és la espiritualidad ? Hay rivalidad entre Espiritualidad y religión ? Porqué hay tanta rivalidad entre religiosos y espiritualistas ? Muy  sumple, la ignorancia, el desconocimiento y el analfabetismo han contribuido por siglos a la creacion de conflictos, disputas por el poder y del control de los grupos sociales, aquí les explico en detalle las diferencias.


La espiritualidad es el instinto de lo divino, el dinamismo hacia lo Invisible escondido en el visible. Es el dinamismo interno de las cosas y de las personas que nos empuja a buscar la plenitud y presencia, profundidad y sentido y perdurabilidad en lo que hacemos y vivimos. Es el instinto de retorno a nuestro origen.  Es la sed de Sentido, Conexión y Trascendencia.

La espiritualidad es un movimiento de búsqueda personal en tres direcciones:
hacia el interior de uno mismo en búsqueda de SENTIDO;
hacia el entorno en búsqueda de CONEXIÓN;
hacia el más allá en búsqueda de TRASCENDENCIA.


SENTIDO
La espiritualidad comprende una búsqueda personal de sentido, de significado de la vida y de la muerte, del valor de uno mismo: sus actos, su persona, sus circunstancias.
Se trata de la necesidad de integrar los diversos aspectos de nuestra vida y de nuestro ser: de reconocer, abrazar, aceptar nuestros éxitos y fracasos, aciertos y errores; se trata de conseguir integrar todos los fragmentos de nosotros y nuestras vidas que quedaron escindidos por miedo o por ignorancia, y trascender el sufrimiento que todo ello nos generaba; se trata de reconciliarse con uno mismo y con los demás, desde una visión sabia y compasiva de la propia historia, calmando las dudas, iluminando las sombras, sanando las heridas.
Se trata, al mismo tiempo, de dar valor a todo aquello que hemos sido, hecho, vivido desde la honradez y generosidad, desde el amor; a todo aquello que ha contribuido a nuestra felicidad y a la de los demás; a todo aquello que nos ha hecho crecer y madurar. Se trata de “regar las semillas de felicidad” que todos llevamos dentro.


CONEXIÓN
La espiritualidad, como dimensión humana, tiene también una faceta de abertura. Invita a la persona a abrirse hacia fuera: a percibir el entorno con una mirada nueva, y a reconocerse a si mismo como parte integrante de él, y como miembro importante de la sociedad.
La persona toma conciencia de la íntima relación de todo con todo; de la interconexión entre los seres, las acciones y las omisiones, los elementos, la naturaleza, la sociedad. El mundo personal se amplía, se expande; ya nada es ajeno; todo me incumbe.
Se trata de una conciencia relacional, la de sentirse formar una unidad con los demás, participar de una comunicación, ser conscientes de la fraternidad de todos los seres, y de formar parte de un todo que nos acoge.


TRASCENDENCIA
La trascendencia es, pues, la capacidad de expandir el ser, traspasando la percepción limitada de la realidad que nos ofrecen nuestros sentidos y teniendo una perspectiva más profunda y amplia de nuestro yo y nuestras circunstancias presentes, incluidas el sufrimiento y la muerte, capacidad que se deriva del sentimiento de la presencia del Ser Superior o de pertenencia a un Todo que nos supera y abarca.  
Por lo tanto, hay en la espiritualidad una dimensión de trascendencia: de salida, de apertura a otro nivel de conciencia no racional, más intuitivo, que nos abre a nuevas realidades en y más allá de nosotros mismos.
Más allá, por ejemplo, del aislamiento y de las fronteras que nos encierran en el yo, en un movimiento de perdón, generosidad, entrega; de desprendimiento y amor. Más allá de mi mismo hacia el otro presente: mi familia, mis amigos, mi comunidad.
Más allá, quizás de todo límite: de mi espacio físico y mi tiempo, de mis esfuerzos y mis preocupaciones, de mi pequeñez y mi grandeza, en un movimiento de liberación y esperanza, de eternidad, confianza y gratitud. Más allá del yo hacia el Otro presentido: Dios, aún por conocer o reencontrar.
De esta forma, la trascendencia al final de la vida puede ser entendida como una forma de reencontrar la conexión profunda con la propia naturaleza esencial.

ESPIRITUALIDAD VERSUS RELIGIÓN.
Espiritualidad y religión son términos afines y complementarios, pero no sinónimos.
La religión se refiere a un sistema de creencias estructuradas que tratan aspectos espirituales a menudo con un código de comportamiento ético y una filosofía. Como aspecto central a la mayoría de las religiones se encuentra la creencia en -y la vinculación con- un dios o ser supremo, así como la esperanza en una salvación. Religión , es todo lo que nos religa, todo lo que nos posibilita percibir que estamos en relación, es más, en comunión, que no estamos en ningún momento solos ni vivimos aislados. Las religiones son los meros interpretativos de la experiencia de trascendencia que aunque pueden aportar bases que den sentido a la existencia y, a través de rituales, credos, comunidades participativas y ceremonias que aportar mecanismos para expresar la espiritualidad. 
Por desgracia, las ideologías religiosas también pueden provocar angustia y miedo espiritual, en particular cuando doctrinas pías prometen la condena eterna ante comportamientos y creencias explícitas..
Mientras que la religión supone la pertenencia a una comunidad concreta -con su núcleo de creencias, textos sagrados de referencia, ritos y oraciones -, la espiritualidad se refiere a la capacidad íntima del ser humano de buscar el propósito y sentido de su existencia, y es parte de la esencia humana que lucha por alcanzar valores trascendentales. 

Son elementos representativos de la dimensión espiritual las preguntas sobre el porqué de la existencia y del sufrimiento, la capacidad de amar, perdonar y adorar, así como la capacidad de ver más allá de las circunstancias presentes que permite a la persona orientar su vida y sobreponerse a las dificultades.
Considero que la espiritualidad está relacionada con aquellas cualidades del espíritu humano- tales como el amor puro e infinito y la compasión, la paciencia y la tolerancia, la capacidad de perdonar, la alegría, las nociones de responsabilidad y armonía - que proporcionan felicidad tanto a la propia persona como a los demás. Ritos y oración así como nirvana y salvación, guardan una relación directa con la fe religiosa; pero aquellas cualidades interiores no tienen por qué guardar tal relación. No hay ninguna razón por la que una persona no pueda desarrollarlas, sin recurrir a sistemas religiosos o metafísico.
Así pues, aunque tradicionalmente las religiones han ofrecido y ofrecen rituales a través de los cuales acceder y expresar la espiritualidad, ésta no tiene porque expresarse, obligatoriamente, a través de una religión. 

La espiritualidad pertenece a un aspecto universal del ser humano que se desarrolla y evoluciona en lo íntimo del vivir de cada uno y afecta a su modo de ser en el mundo.  No se dividan más por favor, abandonen de una buena vez, esas estupidas divisiones. No son enemigos, son la creacion de una misma fuente.
No soy muy diferente a ustedes, tambien lloro y sufro. Tambien hago rezos y oraciones y me inclino ante la divinidad que yace en mi ser.
Les envio muchisimo Amor puro e Infinito.
Alma.