¡Bienvenidos a mi página! Quiero compartir todos estos conocimientos, enseñanzas y sabiduria contigo y espero que encuentres aquí algo de utilidad para toda tu vida. Disfruta de las palabras que estan plasmadas en este blog por que son enseñanzas que me ha ido transmitiendo el gran Macrocosmos creador o lo que tu llamas Dios, Alá, Yavhé y vuelve una y otra vez, haré lo posible para que este sitio sea de tu interés y el de toda tu gran familia espiritual, si no estas muy apurado re distribuye este link con quienes comparten tu existencia planetaria, y recuerda... el futuro lo haces tu .

¡Gracias por tu tiempo! mi correo es :
rositaoldfield@yahoo.com.ar, escribeme, me comprometo a contestar a todas tus inquietudes, te saluda con afecto, Rosi.



 

11/30/2006

TE RECUERDO EL PROPOSITO DE ESTA WEB, ME AYUDAS ?




NUESTRO PROPOSITO




Esta Web no puede visitarse ni leerse del mismo modo como se acostumbra hoy en día a entrar en Internet. En cierto sentido, el navegante que aquí llegue debe conquistar cada página, incluso algunos párrafos o frases, mediante su trabajo. Debe entrar en este espacio con toda su mente y con todo su corazón. Y esto es así necesariamente, porque sólo con ese esfuerzo pueden estos escritos realizar el propósito para el que han nacido.
Estas páginas están empapadas de cierta clase de energía, imbuidas con determinada intención, pero si no te acercas a ellas apropiadamente no transmutará tu ser. Por eso, no pretendemos que sólo leas mecánicamente estos escritos. Si esta es tu intención, es también tu elección. De esa manera, ya te avisamos de que no encontrarás aquí más que en otros lugares de parecidas características.
Tenemos algo que decirte que probablemente desbaratará el orden aceptado, la tradición y todas esas cosas, por eso debes leer de una manera amistosa, intentar comprobar lo que tratamos de que comprendas y descubrir la verdad de lo que estamos expresando. Desde luego, no es lo más apropiado limitarte a reaccionar y erigir una barrera defensiva antes de comprender lo que verdaderamente queremos comunicarte.
Deseamos comunicarte algo, y en un verdadero diálogo ambas partes deben estar dispuestas a transformarse. Si no te encuentras con esta disposición de ánimo, entrar en esta Web será una pérdida de tiempo. Si creemos que monopolizamos la verdad y aun así establecemos un diálogo, éste diálogo no será auténtico. Al iniciar un diálogo debemos pensar y sentir que tenemos la posibilidad de llevar a cabo un cambio en nuestro interior, que podemos profundizar más en nosotros mismos y, por lo tanto, también en esa vida en la que estamos inmersos, en esa gran desconocida.
Si, por el contrario, buscas más allá de las palabras y de los significados, aquí encontrarás parte de las verdades, con minúscula, que nos dan la dirección correcta de la Verdad.
Queremos mostrarte que pueden convivir unas perspectivas de la vida diferentes y sin embargo con un nexo en común... el conocimiento. Si el conocimiento que recibimos sólo lo obtenemos de una fuente, únicamente poseeremos una parte de la verdad. ¡No hay verdades absolutas! quien pretenda encontrar esa verdad, se estará condenando a una vida de fracasos que le llevará a la confusión y desesperación.
Debemos llegar a comprender que la verdad se encuentra en todas partes, incluso donde no pensamos encontrarla. Hay algunas verdades que son fáciles de encontrar, otras requieren esfuerzo y voluntad, y alguna de ellas... dolor. Por lo tanto, debemos indagar en el mayor número de fuentes que nos sea posible, que nuestro discernimiento vaya logrando asimilar los diferentes aspectos de la verdad y, al final... encontrar LA PROPIA VERDAD.

Cuentan que un buscador de la verdad salió en cierta ocasión a los caminos de Iurancha -el mundo-
Y allí, en el gran cruce del mundo interrogó a sus hermanos.
Decidme, ¿cuál es la verdad?
Busca la filosofía -respondieron los filósofos-.
No, -argumentaron los políticos- la verdad está en el servicio.
Entra a las catedrales -le aseguraron los clérigos-.
Sin duda, la verdad es la sabiduría -terciaron los sabios-.
Renuncia a todo -esgrimieron los ascetas-.
Contempla y ensalza las maravillas del señor -le anunciaron los místicos-.
Acata y cumple las leyes -señalaron los gobernantes-.
Conócete a ti mismo -cantaron los guardianes del esoterismo-.
La verdad está en los números sagrados -dedujeron los cabalistas-.
Vive los placeres -aconsejaron los epicúreos-.
Únete a nosotros -le gritaron los revolucionarios-.
La verdad es un mito -respondieron los escépticos-.
Vive y deja vivir -clamaron los existencialistas-.
El pasado: esa es la única verdad -clamaron los existencialistas-.
Confundido, aquel humano se dejó caer sobre el polvo del camino, mientras aquella multitud se alejaba cantando y reivindicando “su” verdad.
En eso, acertó a pasar junto al hombre un venerable anciano que portaba un refulgente diamante.
¿Quién eres? Preguntó el derrotado buscador de la verdad.
Y el anciano, mostrándole el diamante respondió:
Soy el guardián de la verdad.
¿La Verdad? ¿Es qué existe?
El anciano sonrió y aproximando la gema al rostro del humano, replicó:
La verdad. Como este tesoro, tiene mil caras. A cada uno le corresponde averiguar cual es la que le toca.

11/25/2006

CREANDO COMPASION CONCIENTE


PRIMER PASO:

IDENTIFICAR LOS PENSAMIENTOS

NO COMPASIVOS

Antes de empezar sería interesante aclarar que debemos distinguir entre el sentimiento de compasión y la práctica de la Compasión. El sentimiento de la compasión es sinónimo del sentimiento de simpatía. Lo que recomiendo, más bien, es la práctica continuada y deliberada de la Compasión.
No es posible forzarse a uno mismo a sentir lo que no siente. Es posible, no obstante, cambiar ciertos hábitos de pensamiento. Cuando cambian nuestros hábitos de pensamiento, también cambian nuestros sentimientos, sin esfuerzo, y lo mismo sucede con nuestra conducta. Dedicaré este escrito al modo de cambiar los hábitos de pensamiento para que sean más compasivos.
El cambio de los hábitos de pensamiento es un proceso de cuatro pasos. El primer paso es identificar los pensamientos habituales que deben cambiarse. El segundo paso es formular pensamientos nuevos para que ocupen el lugar de los anteriores. El tercer paso es sustituir de manera continuada los pensamientos antiguos y no deseados por los nuevos y deseados mientras seguimos viviendo nuestra vida normalmente. El paso cuarto es hacer el esfuerzo de comportarse de modos que concuerden con los pensamientos nuevos. (El pensamiento cambia la conducta, pero la conducta puede cambiar también el pensamiento.) Añado un quinto paso para la práctica de la Compasión: represente la Compasión con una sonrisa, cuando pueda hacerlo con sinceridad y sintiéndose a gusto.
Quizás al cabo de un día, quizás al cabo de diez años, los pensamientos nuevos, compasivos, empezarán a hacerse habituales y los pensamientos antiguos, no compasivos, se volverán menos frecuentes. El tiempo que tarde usted dependerá en parte de su carácter, en parte de sus circunstancias y en parte de lo mucho o poco que desee ser compasivo. Dado que el deseo de Más es instintivo e implacable, el proceso debe ser renovado continuamente. Considere que tendrá que trabajar en ello durante el resto de su vida.


SEGUNDO PASO :

FORMULAR PENSAMIENTOS

COMPASIVOS

Este paso no exige gran concentración a largo plazo. A corto plazo nos plantea un cierto desafío, por la sencilla razón de que todos practicamos mucho el pensamiento no compasivo y vemos muchos ejemplos del mismo, mientras que vemos muy pocos ejemplos de pensamiento compasivo. Cuando intente formular pensamientos compasivos como reacción ante situaciones difíciles, deberá volver una y otra vez al mismo principio, sencillo pero poderoso: Esta persona desea, en último extremo, aproximadamente las mismas cosas que yo deseo, por aproximadamente los mismos motivos. Sólo deferimos en las estrategias que elegimos y en las oportunidades y en los talentos de que disponemos.
Este principio tiene una serie de corolarios: Nadie tiene el derecho absoluto de obtener lo que desea. Nadie obtiene nunca todo lo que desea. Todo el mundo queda decepcionado en último extremo. Ningún ser supremo ni ninguna fuerza poderosa decide quién será recompensado y quién quedará decepcionado.
Nadie merece el dolor. Nadie merece evitar el dolor. El dolor es una parte inevitable de todas las vidas. Ningún ser supremo ni ninguna fuerza misteriosa decide quién sufrirá y quién no.
Nadie puede estar absolutamente seguro de tener la razón y de que su adversario no la tiene. Nadie puede estar seguro nunca de que sus fines justifiquen sus medios.
Todos temen perder lo que tienen, exactamente del mismo modo que yo temo perder lo que tengo.
Nadie (ni yo tampoco) quiere ser impotente; pocas personas renuncian voluntariamente a su poder, por muy ilegítimo que considere yo que es el poder de ellos.
Cuando otra persona se siente triste, asustada o enfadada, lo que siente es aproximadamente lo mismo que siento yo en su situación.
Los demás justifican sus métodos para obtener lo que desean exactamente de la misma manera que justifico yo mis métodos para obtener lo que deseo.
Hay momentos en los que es preciso hacer frente a las afrentas. Hay momentos en los que debemos hacer valer nuestros derechos. Hay momentos en los que debemos protegernos a nosotros mismos o a nuestros seres queridos. Existen ocasiones, raras, en las que una persona debe recurrir a la violencia contra otra. Pero es posible hacer frente a las afrentas, hacer valer nuestros derechos, imponerse sobre otra persona, castigar a otra persona o incluso recurrir a la violencia sin odio ni desprecio al adversario. La compasión no está reñida necesariamente con la fuerza de carácter. Los deseos de las demás personas no son menos válidos que los nuestros, pero tampoco son más válidos. En general, las personas que practican la Compasión se hacen valer selectivamente, quizás de una manera más paciente o menos combativa que otras personas, pero se hacen valer en todo caso.
La Compasión no le exige que renuncie a sus principios éticos. No le impide que cumpla con sus deberes ni con sus responsabilidades. Un juez compasivo no dejará de dictar sentencias. Un policía compasivo no dejará de detener a la gente. La ética compasiva puede permitirnos, incluso, que recurramos a la violencia contra otras personas, bajo ciertas circunstancias muy limitadas.
Ustedes pueden llegar a preguntarse: "Si voy a dar a alguien una patada en el trasero, ¿qué importancia tiene si lo hago con Compasión o con odio?" La respuesta es que practicamos la Compasión en primer lugar para nuestro propio bien; en segundo lugar, para el bien de nuestros seres queridos, y en tercer lugar, para el bien del mundo entero. Pueden existir ocasiones en que una mente compasiva puede ayudarnos a enfrentarnos a una adversario de una manera más razonable o delicada, de tal modo que nuestra Compasión beneficia a nuestro adversario; pero éste es un beneficio circunstancial, y no un motivo primario para la práctica de la Compasión. No es demasiado probable que nuestro adversario advierta nuestra Compasión; menos probable todavía que la aprecie.
La compasión puede aumentar su autoestima por poner en tela de juicio la legitimidad de las jerarquías sociales con que usted se encuentra. La práctica de la Compasión establece que usted no es más importante que ninguna otra persona, pero también establece que ninguna otra persona es más importante que usted. Éste es otro de los resultados circunstanciales e imprevisibles de la práctica de la Compasión. Recuerdo una conocida que resaltaba por ser una persona notablemente capacitada y honrada, con una poderosa autoestima. En cierta ocasión me explicó: "Mi abuela me crió, y todos los días, cuando yo salía de casa para ir a la escuela o al trabajo, me decía: "Recuerda: no eres mejor que nadie, y nadie es mejor que tú." ¡Supongo que acabó convenciéndome!"


TERCER PASO

SUSTITUIR LOS PENSAMIENTOS

NO COMPASIVOS POR

PENSAMIENTOS

COMPASIVOS

Este paso es muy fácil de entender. Durante el resto de su vida, todos los días, durante todo el día, vigile en sí mismo la aparición de pensamientos no compasivos, de palabras no compasivas y de actos no compasivos. Las palabras no compasivas suelen representar un pensamiento no compasivo. Los actos no compasivos siempre están provocados por pensamientos no compasivos. Si usted es consciente de haberse comportado de manera no compasiva, intente reconstruir el pensamiento no compasivo que motivó su acto.
Cuando detecte pensamientos no compasivos, sustitúyalos deliberadamente por pensamientos compasivos adecuados para la situación. Es muy difícil formular pensamientos compasivos cuando uno está enfadado o se siente amenazado, de modo que usted no se sienta demasiado mal si no consigue pensar compasivamente en el calor de un enfrentamiento. No obstante, muchos enfrentamientos se producen de manera repetida y previsible. Usted puede formular por adelantado pensamientos compasivos para estas situaciones. Por ejemplo, yo voy a mi trabajo en automóvil todos los días; recorro veintitrés kilómetros de ida y otros tantos de vuelta por una autopista llena de camiones grandes que suelen circular a demasiada velocidad y pegarse a la cola de los demás. He memorizado pensamientos compasivos sobre los conductores, pensamientos que repito de memoria siempre que advierto que me siento enfadado o amenazado. Todavía sigue sin gustarme su conducta, pero la Compasión no me exige que me guste. No dude en memorizar pensamientos compasivos para utilizarlos en las situaciones que se suelen presentar en su vida, enfados o disgustos con familiares, amigos, conocidos.
Cuando usted se encuentre en una situación nueva que presente un enorme desafío a su intención de practicar la Compasión, lo más prudente sería dedicar cierto tiempo, si puede, a formular pensamientos compasivos. Si no le es posible, puede interesarle revisar la situación más tarde, intentar comprender los pensamientos no compasivos que surgieron e intentar formular alternativas compasivas.
Es posible que lean este escrito algunas personas excepcionalmente desafortunadas. Es posible que al lector que le haya hecho daño una persona viciosa o irresponsable o un sistema social injusto. En ese caso, seguramente le resultará muy difícil pensar con Compasión acerca de las personas que le han hecho daño. No se preocupe demasiado por eso al principio. Los culturistas empiezan por levantar pesas de veinte kilos antes de llegar a las de ciento noventa kilos. Refuerce sus músculos de la Compasión practicando al principio con la gente corriente que lo rodea. Si usted está en la cárcel, empiece por los funcionarios que ve todos los días, o por sus compañeros. Si usted está en una silla de ruedas, empiece por los miembros de su familia o por las personas que lo cuidan. No intente esperar el día en que pueda ser compasivo con las personas que le han causado los mayores males. Limítese a practicar la Compasión de una manera corriente, todos los días. Su capacidad para la Compasión se desarrollará lentamente, siguiendo su propio calendario.
La práctica diaria de la Compasión exige algo parecido a la fe. No quiero decir que usted deba mantener una fe irracional en el valor de la Compasión. Al contrario: yo estoy procurando presentar una explicación lógica y práctica de la necesidad de la Compasión. A pesar de todo, en la vida diaria las cosas suceden a veces de manera precipitada e imprevisible. En pocos segundos, cualquier persona se puede sentir molesta, frustrada o amenazada, algunas veces sin entender claramente lo que ha hecho o dicho otra persona para producir esta reacción. En momentos como éstos, es posible que no se disponga de tiempo para revisar las ideas complejas que sirven de base para la práctica de la Compasión. Por el contrario, a veces es necesario hablar o comportarse compasivamente de una manera automática o sin pensarlo. O bien, usted puede recordar alguna frase o imagen sencilla en la que se condense la lógica de la Compasión. La frase "todo el mundo tiene el corazón hambriento" da resultado para mí, pero es probable que otras personas tengan que crear sus propios recordatorios personales. Más adelante, cuando tenga más tiempo para reflexionar, puede replantearse el suceso e intentar relacionarlo con la práctica de la Compasión con mayor detalle.
Pueden existir otras ocasiones en que la mala conducta de otra persona sea tan extrema que a usted simplemente le falle la imaginación. Puede parecerle imposible creer que la persona que lo ofende desee aproximadamente las mismas cosas que usted, aproximadamente por los mismos motivos. En momentos así, probablemente le valdrá la pena suponer que es cierto, aunque no sea capaz de demostrárselo a sí mismo. Es posible que con el tiempo llegue a comprenderlo mejor.
Como ejemplo, es posible que la mayoría de la gente no sea capaz de comprender plenamente la mente de Sadam Husein. ¿Es posible, verdaderamente, que torture y asesine a sus enemigos políticos y que arroje gases venenosos sobre la población kurda indefensa, aproximadamente por los mismos motivos por los que yo me levanto a trabajar todas las mañanas? Parece que es llevar las cosas bastante lejos, ¿no? Pero si reflexiona un poco, lo veo más claro. Evidentemente, es muy importante para él conservar la riqueza, el poder y el nivel social que ha conseguido después de toda una vida de trabajo. Es probable que se impusiera por la astucia a otros rivales políticos suyos tan malos y tan equivocados como él, de modo que quizás sienta que no es peor que otros que podrían haber ocupado su cargo. También es probable que tema, con razón, que si pierde el poder lo aniquilen a él y a toda su familia: es la posibilidad más catastrófica dentro de los fracasos en la reproducción. Si lo intento a fondo, soy capaz de imaginarme que si yo hubiera nacido en Iraq en circunstancias difíciles y que si Sadam Husein hubiera nacido el Barcelona, en España, con las condiciones estables que ya hace tiempo vivimos, él podría estar escribiendo estas letras y yo podría haberme convertido en un dictador despiadado.


CUARTO PASO :

OBRAR COMPASIVAMENTE

La conducta y la emoción cambian cuando cambian los pensamientos. Si usted practica la Compasión, probablemente se comportará más compasivamente y disfrutará con mayor frecuencia de pensamientos compasivos.
Por otra parte, los pensamientos cambian cuando cambia la conducta. Por ejemplo, a las personas que padecen fobias no les resulta fácil quitarse de encima sus miedos por medio de pensamientos; es más probable que se recuperen por completo cuando se exponen deliberada y repetidamente a la situación temida. Aparentemente, la programación del cerebro atribuye mayor credibilidad a los actos que a los pensamientos.
El cambio verdadero y duradero es difícil de conseguir, incluso para los adultos inteligentes y muy motivados. La vida real nos desafía de muchas maneras dolorosas, agotadoras y confusas. Aprender a desear lo que se tiene es más difícil que la mayoría de los otros cambios que nos pudieran interesar. Cuando usted desea hacer un cambio verdaderamente difícil, necesita toda la ayuda que pueda recabar. En la mayoría de los casos, necesita considerar tanto sus pensamientos como su conducta efectiva; el mejor camino para el éxito consiste en cambiar ambas cosas de una manera bien pensada, coherente y paciente.
Si usted se toma en serio la práctica de la Compasión, tiene mayores probabilidades de éxito si se comporta compasivamente de manera deliberada, incluso en las ocasiones en las que no siente ninguna Compasión y ni siquiera está necesariamente pensando con Compasión. La conducta compasiva a favor de sus parientes, de otros seres queridos o de personas que pudieran corresponderle algún día no necesariamente favorece su práctica de la Compasión. En tales casos existe demasiado campo para el egoísmo disfrazado de Compasión. (Naturalmente usted también debe tratar compasivamente a estas personas.) La conducta compasiva que tiene muchas posibilidades de mejorar su reputación de buena persona también puede ser un egoísmo encubierto. Tenga cuidado con ella.
Podemos concebir dos tipos de actos compasivos deliberados. Unos podríamos llamarlos actos de educación de la empatía. Los actos del segundo tipo son de generosidad pura, y son relativamente difíciles.
Para practicar la educación de la empatía, intente preparar una lista de las personas hacia las cuales le resulta especialmente difícil ser compasivo. Ordene los nombres de menor a mayor dificultad. Empiece por la persona o grupo más fácil y vaya subiendo hasta la más difícil. Haga un esfuerzo por desarrollar empatía hacia la persona. Investigue; entérese de más cosas sobre ella. Pase algún tiempo con ella o con alguien semejante. Mientras pasa algún tiempo con la persona, aproveche para realizar pequeños actos de amabilidad o de amistad. Escuche, observe, absorba datos sin realizar juicios de valor innecesarios. Lo que no pueda descubrir, súplalo con conjeturas prudentes. ¿Con qué temperamento nació, probablemente? ¿Qué estrategias competitivas aprendió o dejó de aprender de su familia y de sus semejantes? ¿Qué talentos tiene, y qué talentos le faltan? ¿Ha sufrido dolor, desgracias o circunstancias afortunadas que puedan haber modificado permanentemente su carácter? Cuando usted haya comprendido estas cosas, intente imaginarse que está viviendo la vida de la otra persona: empezando por el nacimiento, viendo lo que ella vio, sintiendo sus percepciones sensoriales, su imagen corporal, sus impulsos instintivos, sus relaciones amorosas, sus triunfos y sus humillaciones; tal como la persona lo vivió, razonando como ella razona, suponiendo las cosas que ella aprendió a suponer.
Este método exige cierto tiempo y esfuerzo, tanto más cuantas más personas o grupos figuren en su lista; pero en realidad no es tan difícil. Al terminar el ejercicio descubrirá muchas veces que su humanidad común con esa persona le salta a la vista dolorosamente. Como dice la canción, "Sólo nos separa el azar".
El segundo tipo, más arduo, de actos compasivos consiste en dedicar tiempo, energía e interés personal para ayudar o consolar a alguna persona (o grupo) que difícilmente puedan corresponderle algún día. La caridad monetaria es uno de los elementos de la Compasión, pero no basta por sí sola para convertirlo a usted en una persona compasiva. Es demasiado fácil dar dinero sin dejar de mantener una prudente distancia de las personas que se beneficiarán de su obsequio. Tampoco en este caso debe usted avergonzarse de empezar por los casos más sencillos. Por otra parte, si quiere presentarse a sí mismo un verdadero desafío, compórtese de manera compasiva con una persona a la que encuentre excepcionalmente detestable. Por ejemplo, si los criminales violentos lo molestan, busque a alguno que esté en la cárcel y con el que pueda mantener correspondencia.
¡Precaución! No permita que la Compasión lo lleve a la ingenuidad. No tome la ingenuidad por camino a la Compasión. Por experiencia personal, le diré, que muchos presos, la mayoría quizás, carecen de una conciencia normal. (Por eso no se reduce la tasa de criminalidad construyendo más cárceles. Nadie adquirió jamás conciencia en una cárcel.) Los presos son célebres por su capacidad para manipular, engañar y explotar a los visitantes bienintencionados. Comprensiblemente, estas características hacen que sea difícil ser verdaderamente compasivos con ellos. Pero el principio de la Compasión no deja de regir. Los delincuentes quieren riqueza, nivel social y amor, ni más ni menos que usted y que yo, por los mismos motivos que nosotros. Se han especializado en obtener estas cosas por medio del engaño y de la violencia. Sólo se diferencian de usted y de mí en las estrategias que prefieren.
No quiero sugerirle que abandone su trabajo y a su familia para cuidar a los enfermos de sida moribundos, ni que venda su casa y entregue el dinero a los que no tienen hogar. Pueden existir otras personas que dependen de la presencia de usted o de la renta que usted les proporciona. Su profesión puede aportar un servicio socialmente necesario. Por otra parte, existen personas que están dispuestas y capacitadas para hacer sacrificios extremos en la práctica de la Compasión. Su práctica de la Compasión puede hacer que usted las admire más que antes, y si usted quiere sacrificarse también, está bien, siempre que no haga sufrir por ello a otras personas que dependen de usted.
También puede buscar ocasiones de comportarse compasivamente de maneras más sistemáticas. Si los requisitos de la conducta compasiva le parecen obligaciones pesadas, es mejor dejarlos pasar temporalmente. Siga trabajando con el pensamiento compasivo hasta que esté seguro de que la conducta compasiva con los demás mejorará la calidad de su propia vida. Vuelva a intentarlo más tarde con alguna otra actividad compasiva que sea menos dura, cada uno de nosotros hemos de encontrar nuestro justo equilibrio para poder llevar a la practica la Compasión, nuestra Compasión. Cuando vayan desarrollándose los músculos de su Compasión, se sentirá, más cómodo con actos compasivos que antes lo habrían dejado resentido.


QUINTO PASO :

SONRIA ( SI PUEDE )

Últimamente se han llevado a cabo ciertas investigaciones interesantes sobre la sonrisa. Parece ser que cuando las personas sonríen (aunque digan que no quieren sonreír ni tengan motivos poderosos para hacerlo) se sienten más felices, y las regiones de su cerebro que están relacionadas con los sentimientos de felicidad se activan, según los instrumentos de medida de laboratorio. Yo albergo ciertas reservas sobre este tipo de cosas, pero me parece que algunas situaciones están pidiendo a gritos una sonrisa. Si usted siente Compasión, es probable que le apetezca sonreír, incluso aunque deba sonreír entre sus lágrimas. En esos momentos, procure no reprimir la sonrisa. Cuando estamos practicando la Compasión, y la estamos practicando con éxito, pero no tenemos sentimientos compasivos, a veces una sonrisa puede marcar la diferencia.
Usted no tiene por qué sonreír a nadie. Eso depende de usted. No fuerce la sonrisa. Dé la bienvenida a la sonrisa cuando llegue. Sonría interiormente al principio y vea si se le extiende hasta la cara. Tenga paciencia: puede tardar un momento. Si quiere levantar voluntariamente la comisura de la boca, sólo un poco, adelante; pero hágalo despacio y delicadamente. Por causas neurológicas complicadas que no voy a explicar aquí, a la mayoría de las personas les resulta más eficaz levantar sólo la comisura izquierda de la boca: la comisura derecha la seguirá involuntariamente, produciendo una sonrisa completa. Para mí, una sonrisa compasiva es como el sello de correos de una carta de amor.

PARA CONSTRUIR TU MUNDO INTERIOR,PRIMERO DEBEMOS DEMOLER TUS VIEJOS ESQUEMAS


CONSTRUYENDO

TU MUNDO INTERIOR

Debemos aprender a enfatizar las posibilidades de nuestro mundo interno, pues es en nuestro mundo interno en el que estamos continuamente sumergidos. Este mundo nos pertenece: donde quiera que vayamos, lo llevamos con nosotros y podemos contar con él, mientras que el mundo externo siempre nos reserva alguna que otra decepción. Si lo que buscamos es nuestro verdadero camino, la plenitud, debemos saber que podemos encontrarlos en nosotros mismos. El problema es que no nos conocemos, no sabemos todo lo que poseemos, todos nuestros tesoros, y nuestro conocimiento se pierde irremediablemente en tesituras inertes, sin sentido y de vana erudición. debemos esforzarnos para sentir y utilizar todos nuestros recursos.


LA VIDA

ESCENCIA

DEL SER

La Vida es la expresión del Ser de Luz. Es alegría. Es la abundancia de la dicha del Espíritu.
La vida es una corriente consciente que vibra en cada átomo. No existe materia inanimada. Hay vida en todo, hasta en las piedras. La materia vibra con vida, como han comprobado concluyentemente los científicos modernos. La vida es un viaje a través del océano infinito del tiempo, en el que el paisaje cambia continuamente. Vivir es viajar de la impureza a la pureza, del odio al amor universal, de la muerte a la inmortalidad, de la imperfección a la perfección, de la esclavitud a la libertad, de la diversidad a la unidad, de la ignorancia a la sabiduría eterna, del dolor a la dicha eterna, de la debilidad a la fortaleza infinita. La vida es una gran oportunidad que proporciona el señor a sus hijos de evolucionar hacia Él.
La vida es servicio y sacrificio. Es amor. Es relación. La vida es poesía y no prosa. Es arte e imaginación, y no ciencia. La vida es adoración. Somos peregrinos de paso en esta tierra. Nuestro destino es la Luz. Vamos en busca de nuestra herencia perdida. El propósito central de la vida es alcanzar una relación consciente de nuestra unidad con Dios. La vida no tiene significado en sí misma. Sólo lo adquiere cuando se convierte en el todo, cuando el alma individual se une al Alma Suprema.

La meta de la vida
La verdadera meta de la vida es retornar a la fuente de la que procedemos. Así como los ríos fluyen sin descanso hasta reunirse en el océano, que es la fuente de la que proceden, y así como el fuego salta, quemándolo todo furiosamente hasta sumirse en su propio origen, así también hemos de esforzarnos nosotros aquí, sin descanso, hasta obtener, su gracia y volvernos uno con Él.
El único propósito de la vida es el logro de la realización del Ser, o la libertad absoluta. La finalidad de la vida humana es desarrollar y manifestar la Divinidad que existe eternamente en su interior. El propósito de la vida es perder todo sentido de personalidad diferenciada y disolverse en la Luz. El logro de la Vida Infinita es el propósito supremo de la vida finita.

La vida en la materia y la vida en el espíritu
La vida en el Espíritu es la única real y eterna. La vida moderna de precipitación y de prisa, con miedo, inseguridad, enfermedad y fricción, no es la auténtica vida. Una vida de lujo material, de riquezas y poder, no es el fin de la existencia. Una vida así no produce paz en la mente ni serenidad en el espíritu.
La vida sensual no merece la pena ser vivida. El placer sensual es como la miel mezclada con un veneno maligno. Un grano de placer sensual se mezcla con quince de dolor. El gozo sensual implica diversos defectos, pecados, dolores, apego, malos hábitos e inquietudes mentales. La indulgencia en los placeres sensuales destruye la devoción en la Divinidad y debilita la capacidad de la mente de inquirir la Realidad. La sensualidad destruye la vida, la pureza, la fortaleza, la vitalidad, la memoria, la riqueza, la fama y la devoción a lo Supremo. Arrastra al hombre, al infrahombre.
La vida humana está llena de tristeza, dolor y esclavitud. Está llena de defectos, debilidades y limitaciones. Está llena de odio, celos, egoísmo, traición, preocupaciones, ansiedades, enfermedades y muerte; maldad, engaño, doblez en los tratos, competición agresiva, impurezas y oscuridad; luchas, disputas, batallas y guerra; desilusión, desesperación y desaliento; crueldad, explotación, agitación. Todos los objetos están revestidos con un poco de placer imaginario, como el fino baño de oro que recubre un metal cualquiera. N realidad, esta vida es un juego de luces y sombras. Bajo el revestimiento de azúcar está la amarga quinina. Bajo el baño de oro no hay más que latón. Tras los llamados placeres, hay dolor, miseria y sufrimiento. Esta vida está llena de temores, apegos y preocupaciones.
La vida mundana es irreal. Es ilusoria y transitoria. Es fútil y vana. Su fin es únicamente el polvo. No hay en ella nada que hacer más que charlar, cotillear, comer y dormir. Todo es ilusorio y doloroso. Todo es transitorio y fugaz. La experiencia mundana no encierra ningún valor ni realidad. Sólo la Luz es real.
Una gran cantidad de ceros no tienen ningún valor, a menos que se les añada un 1 delante. Del mismo modo, aun cuando se posean todas las riquezas del mundo, de nada sirven si no se lleva una vida espiritual, si no se tiene riqueza espiritual y no posee la realización del Ser. Es preciso vivir en el Espíritu.
La vida en lo Eterno es la vida abundante. Es la vida espiritual interna y rica. Esta vida está libre de tristezas y de dolor. Es plena, perfecta e independiente. Está llena de sabiduría y de dicha eterna. Lo impregna todo y es inmutable.
Abraza la vida del Espíritu, y te volverás puro y libre. La mayor belleza de la vida es el sacrificio del interés propio más querido en el altar de la Verdad. Vivir significa perseguir la verdad y superar todos los obstáculos con coraje. La mayor alegría en la vida es la meditación en el Ser de Luz en el propio corazón.

La lucha de la vida
La vida es una lucha por la plenitud y la perfección. Es una batalla por obtener la independencia suprema. La vida es lucha y resistencia. Supone una serie de conquistas. El hombre evoluciona, crece, se expande y gana diversas experiencias a través de su lucha. Si deseas continuar tu existencia, la lucha se hace imperativa. En el momento mismo en que dejes de luchar, dejarás de existir. Lucha valientemente contra los enemigos internos en el campo de Batalla de tu corazón. Aun una pequeña victoria, en la batalla interna con tu mente y sentidos, desarrollarás tu fuerza de voluntad y te proporcionará seguridad y coraje. Cuanto más dura sea la lucha, más glorioso será el triunfo. La realización del ser exige una gran lucha.
Vive para la Luz. Enfréntate intrépidamente a todas las dificultades y problemas de esta vida fútil y terrena.
Controlar la mente y los sentidos, conquistar la ira, la pasión y el egoísmo, logrando el perfecto control de uno mismo, esto sí es el verdadero heroísmo del ser humano. ¿Durante cuánto tiempo seguirás siendo esclavo de la pasión y los sentidos? Afirma tu verdadera naturaleza divina y controla la mente inferior. Éste es el camino que debes recorrer hacia la Luz.

La vida es una escuela
Esto no significa, ni mucho menos, que debamos ignorar la vida en el plano físico o material. La materia es la expresión de Dios para su propio juego. La materia y el espíritu son inseparables, como el fuego y el calor, el frío y el hielo, la flor y la fragancia. La vida en el plano físico es una preparación definitiva para la vida en la Realidad Absoluta. La vida es una gran escuela para aprender muchas lecciones muy útiles, y para el desarrollo del carácter y de las virtudes divinas. La vida es una escuela en la que cada tristeza, cada dolor y cada aflicción enseñan una lección preciosa. La vida en la tierra es el medio hacia la propia perfección.
El mundo es tu mejor preceptor. Este mundo es tu mejor Guru. En cada experiencia hay una lección. El mundo es el mejor lugar de entrenamiento para el desarrollo de diversas virtudes divinas como la misericordia, el perdón, la tolerancia, el amor universal, la generosidad, la nobleza, el coraje, la magnanimidad, la paciencia, la fuerza de voluntad, etc. El mundo es un lugar para luchar contra la naturaleza perversa y para expresar la divinidad desde el interior. Acaba con la naturaleza inferior, que consiste en el egoísmo, la pasión, la ira, la avaricia, el odio y los celos. Afirma tu naturaleza divina. Vive una vida de conocimiento, discernimiento y renunciación de los sentidos y deseos.

Métodos para obtener el éxito en la vida espiritual
Lleva una vida simple y modesta. No vivas para comer, sino come para vivir. No albergues envidia, no calumnies. No digas falsedades. No engañes. No albergues malicia. Estarás siempre alegre, feliz y sosegado.
La rectitud es la regla de la vida. La vida humana no es tal si está desprovista de virtudes.
La sal de la vida es el servicio desinteresado. El pan de la vida es el amor universal. La vida no se vive ni se realiza plenamente si no sirves ni amas con intensidad a todas las cosas. El secreto de la vida auténtica yace en el amor, el conocimiento, el discernimiento y el servicio a la Humanidad. Vive para ayudar a los demás. Utiliza para este menester, el amor, el conocimiento y el discernimiento. El poder divino fluirá a través tuyo como una fuerza vivificadora.
Estudia la vida de los maestros y obtén de ellas inspiración. Cultiva un corazón sensible, una mano generosa, una palabra amable, una vida de servicio, una visión equitativa y una actitud imparcial. Tu vida alcanzará entonces de verdad la meta prefijada.
Sirve, ama, da, purifícate y medita. Tu viaje te llevará inexorablemente a la Luz. Descubrirás resplandecientes tesoros dentro de ti. Descubrirás al Uno. Serás fuerte, sano, libre, agradable, feliz y pacífico. Inspirarás y bendecirás a cuantos se crucen en tu camino.
Haz de la vida un gozo constante. Goza con la verdad. Goza con la austeridad. Goza con la caridad. Ese gozo está dentro de ti.
Lleva una vida sencilla. Lleva una vida ordenada. Considera cada día como si fuese en último, y utiliza cada segundo posible para la meditación y el servicio.
Vive en el presente, olvida el pasado. Abandona las esperanzas del futuro. Vive el presente precioso, en él, tienes todo lo necesario para realizarte.
Entiende bien el significado de la vida, y comienza tu búsqueda. La vida es el mayor regalo. Utiliza cada segundo provechosamente. El éxito llega a menudo a quienes arriesgan y actúan. Pero raramente le llega a los tímidos y apocados de espíritu.

La unidad de la vida
Contempla la vida como un todo. Ten una visión amplia de la vida. Toda la vida es una. Toda la vida procede de lo Absoluto, que es la única Realidad. La Luz respira en toda vida. Todo es una misma cosa. El mundo es un solo hogar. Todos somos miembros de la misma familia. La creación entera es un todo orgánico. Ningún hombre es independiente de ese todo.
La unidad es la vida eterna. Cultiva el amor universal. Inclúyelo todo. Abrázalo todo. Reconoce el valor de los demás. Destruye todas las barreras que separan a un hombre de otro. Reconoce el principio no dual, la esencia inmortal presente en todas las criaturas. Protege a los animales. No comas carne. Considera toda vida como sagrada. Entonces, este mundo parecerá un paraíso de belleza, un cielo de paz y tranquilidad. No tendremos que buscar ningún paraíso lejano, lo tendremos aquí.
Sonríe junto a la flor y verde hierba. Tiende tu mano a los arbustos, abraza a los árboles. Juega con las mariposas y los pájaros. Habla al arco iris, al viento, a las estrellas y al Sol. Conversa con los riachuelos saltarines y con las olas del mar.
Entonces disfrutarás de una vida amplia, perfecta, rica y plena. Realizarás la unidad de la vida. Apenas puede describirse con palabras. Tendrás que sentirlo por ti mismo.


LA GRATITUD

Veo árboles verdes y rosas rojas;
Las veo florecer por ti y por mí,
Y pienso para mis adentros:
¡Qué mundo tan maravilloso!
Veo cielos azules y nubes blancas;
El día luminoso y bendito, la noche oscura y sagrada,
Y pienso para mis adentros:
¡Qué mundo tan maravilloso!
Los colores del arco iris, tan bonitos en el cielo,
También están en el rostro de la gente que pasa;
Veo a amigos que se dan la mano y se dicen: "¿Cómo estás?"
En realidad se dicen: "Te quiero."
Oigo llorar a los recién nacidos; los veo crecer.
Aprenderán mucho más de lo que yo llegaré a saber.
Y pienso para mis adentros:
¡Qué mundo tan maravilloso!
Bonita canción, ¿verdad? Parece que a muchos les gusta. Pero ¿es verdaderamente maravilloso el mundo? Al fin y al cabo, sería igualmente fácil cantar:

Veo niños hambrientos y hombres sin esperanza,
Y guerras sin sentido que nadie puede ganar,
Y pienso para mis adentros:
¡Qué mundo tan terrible!
¿Cuál de las canciones sería más correcta?
No podemos preguntar con justicia cómo es este mundo. Se podría discutir hasta el infinito. El mundo es una sucesión interminable de manchas de tinta (tarjetas de test de Rorschach) en tres dimensiones, con sonido, textura, olor y sabor. Algunas personas ven cosas hermosas; otras personas ven cosas feas y horribles. Lo más frecuente es que las personas vean cosas corrientes y rutinarias.
Todos comprendemos intuitivamente que tenemos derecho a nuestras propias percepciones, sentimientos, opiniones y recuerdos. Cuando alguien pone en tela de juicio ese derecho, nos sentimos ofendidos como una cosa natural. Si yo me doy un golpe en los dedos del pie, tan fuerte que se me saltan las lágrimas, y alguien me dice: "¡Vamos, no puede haberte dolido tanto! ¡Deja de dramatizar!", yo me sentiré ofendido. Si alguien me reprocha por reírme mucho y con fuerza, diciéndome que "la cosa no tiene tanta gracia", también me sentiré ofendido, por el mismo motivo. Si alguien dice: "Lo que has visto en la mancha de tinta no es lo correcto", también es ofensivo.
La práctica de la Gratitud no le exige que censure sus percepciones, sus opiniones, sus sentimientos ni sus recuerdos, ni que los edulcore. La práctica de la Gratitud no le exige que corte sus percepciones del mundo a la medida de las especificaciones que yo le propongo. La práctica de la Gratitud no le exige ver siempre jardines y no ver nunca cosas desagradables.
Cuando practicamos la Gratitud, recordamos con toda la frecuencia que nos sea posible que el mundo es una sucesión interminable de estímulos ambiguos, una sucesión interminable de manchas de tinta. Siempre tenemos la posibilidad de volver a mirar. A veces, cuando usted vuelva a mirar, encontrará algo de lo que estar agradecido, algo que podría habérsele pasado por alto de otra modo. Esto le sucederá con mayor frecuencia si hace sitio para la Gratitud en su corazón y le da la bienvenida.
La Gratitud siempre es un podría, nunca un debería. La diferencia entre "usted debería practicar la Gratitud" y "usted podría practicar la Gratitud" es semejante a la diferencia entre "debes comer helados" y "puedes comer helados". Si por algún motivo a usted lo obligaran a comerse todos los días grandes cantidades de helados de su sabor favorito, tardaría poco tiempo en aborrecerlo. La Gratitud libremente elegida es una vivencia fundamentalmente diferente de la Gratitud estimulada para satisfacer a otra persona o para acallar los sentimientos de culpabilidad.
El significado corriente de la palabra Gratitud es un sentimiento agradable, a la vez que tierno, de calor, de simpatía y de deuda hacia otra persona porque esa persona nos ha tratado con una amabilidad o con una generosidad inesperada. Algunas veces el sentimiento de Gratitud es más sutil. Puede ser un sentimiento delicado de agradecimiento hacia la naturaleza, el universo o un ser supremo, como reacción ante algún placer pequeño que otra persona podría no percibir siquiera. La Gratitud puede significar también la vivencia privada de placer (unas veces sutil, otras veces intenso) que se produce cuando hemos sido recompensados de algún modo, ya sea por las circunstancias o por otra persona.
Hasta aquí hemos hablado de la vivencia de la Gratitud. La práctica de la Gratitud es otra cuestión. La práctica de la Gratitud es la intención de pensar y de comportarse de un modo tal que acoja la vivencia de la Gratitud, sean cuales sean nuestras circunstancias o nuestras vivencias anteriores.
El sentimiento de Gratitud es un ave tímida. No sirve de nada perseguirla. La Gratitud verdadera no se puede forzar nunca. Intentar con todas nuestras fuerzas sentir Gratitud sería como intentar con todas nuestras fuerzas quedarnos dormidos o enamorados. Cuanto más ahínco ponemos por estar agradecidos, más evasiva se vuelve la vivencia. Debe venirnos con su propio calendario y con sus propias condiciones. Practicamos la Gratitud a base de prepararle en nuestro corazón un hogar donde pueda establecerse. El ave no siempre viene, pero, si le preparamos un hogar, suele venir con bastante frecuencia.
La Gratitud no sólo es un ave tímida, sino que también da casi siempre la impresión de ser un ave oscura y poco visible. Los momentos de Gratitud intensa y estimulante son bastante raros en las vidas de la mayoría de las personas. Pero cuando la Gratitud se instala en el hogar que le hemos preparado, advertimos su canto callado y encantador. Advertimos su colorido sutil pero afable, el modo fascinante en que se mueve y vuela. El esfuerzo por saborear, por apreciar y por agradecer las vivencias pequeñas y agradables con que nos encontramos nos sintoniza con las resonancias internas de placer que producen.
Cuando usted haya comprendido la Gratitud y su relación con los instintos, las posibilidades para la práctica de la gratitud pueden parecerle abrumadoramente densas y numerosas. Para evitar sentirse abrumado, puede probar a seguir un calendario como el siguiente:
Día 1º: Practique la Gratitud por la comida que come, ya sea especial o rutinaria. No cambie su alimentación habitual.
Día 2º: Practique la Gratitud por el hecho de tener una casa, un apartamento o una tienda que lo abriga de los elementos. Practique la Gratitud por la comodidad que le ofrece.
Día 3º: Practique la Gratitud por las personas que lo aman o que lo aprecian. No se preocupe de cuántas sean ni de lo agradables o atractivas o serviciales que sean. Limítese a centrarse en el hecho sencillo de que existen al menos algunas personas en el mundo que lo aman o lo aprecian, y esté abierto a la Gratitud por ello.
Día 4º: Si tiene un compañero o compañera o un amigo especial, pase el día lleno de agradecimiento por las cosas que ese compañero o compañera aporta a su vida (sin tener en cuenta las cosas que usted desea y que él o ella le han aportado).
Día 5º: Practique la Gratitud por los buenos recuerdos que usted pueda tener. NO intente apartar a la fuerza de su conciencia los recuerdos malos, pero sea consciente de los buenos.
Día 6º: Practique la Gratitud por los placeres pequeños y momentáneos de la vista, el olfato, el sonido y el tacto, entre los cuales se cuentan el cielo, las nubes, la luz del sol y las flores.
Día 7ª: Practique la Gratitud por la música que usted puede oír normalmente.
Día 8º: Practique la Gratitud por cualquier oportunidad que pueda tener para reírse en el transcurso de su jornada normal. Cuando se ría, practique la Gratitud por la sensación agradable que le produce.
Día 9º: Practique la Gratitud por todas las personas honradas, inteligentes y bienintencionadas que hay en el mundo. No se dedique a buscarlas. Limítese a advertirlas cuando sea conciente de ellas.
Día 10º: Practique la Gratitud por la vida vegetal que vea, que toque o que huela en su jornada normal.
Día 11º: Practique la Gratitud por las aves que oiga cantar o que vea volar en el transcurso de su jornada normal.
La lista anterior no tiene nada de especial. Sus componentes han sido elegidos arbitrariamente, aunque son ejemplos deliberados de los placeres corrientes que podrían evocar la vivencia de la Gratitud cuando se practica con diligencia la Gratitud. Añada con libertad elementos a esta lista, o utilice ésta como modelo para componer una lista propia.


SER ERUDITO

El problema de la erudición, viene motivado por lo que él mismo suele conllevar. A fin de cuentas, ¿que es una persona erudita? Es alguien que sabe "un poco, de casi todo" o bien alguien, "que sabe mucho de un tema y nada de los otros".
Al primer tipo, casi nunca le interesa las ideas u opiniones de los demás, ¡para qué! el ya conoce esos temas y cree dominarlos como el que más. Lo que pasa es que hay otras personas que los conocen más en profundidad y le podrían ayudar a ampliar sus conocimientos concretos sobre ese tema.
Al segundo tipo, simplemente, no le interesa otro tema. Es un erudito en su tema, en su especialidad, pero un verdadero analfabeto en cuanto lo sacan de él.
No hay verdades absolutas, y eso hace que ninguna doctrina, NINGUNA, te haga encontrar la verdad. Mucho peor es que encima te impongan dogmas de fe. Es ponerle una venda a un ciego que quiere ver.
Sólo el discernimiento y el conocimiento (buscando en todos los sitios y no sólo en uno) te hacen llegar a encontrar tu verdad.
De la misma manera que no se puede generalizar con las personas, unas enseñanzas generalistas no sirven para la búsqueda de la verdad. Las personas que "solo" buscan la verdad por el conocimiento de una sola parte, de una sola doctrina, suelen ser fanáticos. Lo son, por haber "invertido" una parte importante de su vida (o toda) y no haber logrado lo que se propusieron. Si tú, tratas de hacerles "ver" que existe otra realidad, estarás haciendo, diciendo, que toda esa vida no a servido de nada, que se equivocaron en su búsqueda. Nadie puede o quiere darse cuenta de eso. Tú, con tu buena fe, les estarás desestabilizando sus débiles cimientos - fundamentos y eso únicamente te acarreará problemas.
Tus pecados, tus faltas, tu imperfección, al ser buscados inconscientemente y conocidos, adquieren para estas personas una dimensión digamos que extraordinaria.
Claro que siempre existe la posibilidad de que nos encontremos con una persona que busque la verdad, son sinceridad, y quiera ver. Aquí entra en juego el discernimiento.


Aforismos.
· No confundas, sería el más grave de los errores, la sabiduría con la erudición.
· El saber no es la erudición. El erudito poco sabe.
· El sabio es una fuente de ideas propias. El erudito, un almacén de ideas ajenas.
· El erudito tiene su memoria llena de datos de procedencia externa. El sabio tiene el cuerpo y el alma impregnados de cognición imaginativa, de inspiraciones, de intuiciones precedentes de su Yo interno, de su espíritu.
· El sabio, lee, estudia, escucha, pero muchísimo menos. Sabe que el "oleaje mental" le impedirá escuchar la voz de su espíritu, la voz de su interior.
· El erudito lee, estudia, escucha. Hay mucho "ruido" en su alma. El sabio oye la "voz del silencio".
· El sabio ama lo que sabe, pues lo ha conquistado con esfuerzo. Y, por eso, lo vive.
· En el sabio no existe divergencia entre su forma de pensar, de sentir y de actuar.
· El erudito, la mayoría de veces, se mueve sobre un pensamiento frío, que no se traduce en ninguna acción verdaderamente sentida.
· El sabio no acumula. Dando a los demás posee cada vez más.
· El sabio sabe que conocer es no conocer.
· El erudito cree que conoce. Pero no conoce. He ahí el mal.
· La visión del sabio no excluye el análisis, pero es esencialmente visión de síntesis.
· El erudito se pierde en el análisis, hasta llegar a perder la visión de síntesis.
· El sabio une análisis y síntesis en su mátesis.
· El sabio es, aparentemente, blando y débil. La blandura y debilidad son atributos de la vida. La firmeza y la dureza son atributos de la muerte.
· Sabe el sabio que lo firme y lo grande ocupan el lugar inferior, lo blando y lo débil lo superior.
· El erudito habla mucho y calla poco, lo contrario que el sabio.
· Sabe el sabio que la falta de quietud interior impiden la superación.
· Sabe el sabio que Conocer y Amar son la misma cosa.
· Sabe el sabio que es en medio de la corrupción como la verdad aparece con claridad.
· Todos los sabios verdaderos profesan la misma enseñanza.
· El erudito habla mucho y observa poco. El sabio calla y lo examina todo con el ojo espiritual para descubrir al Unico.
· El erudito pretende instruir a aquellos que no saben nada. El hombre sabio se calla y espera a que lo interroguen.
· Honrado o despreciado el sabio no se altera.
· El erudito puede ser dogmático. No encontraréis un solo sabio que lo sea.
· En las doctrinas de los eruditos todo son escuelas y confusión.
· Sabe el sabio que la vida es muy oscura cuando no hay impulso. Que todo impulso es muy ciego cuando no hay conocimiento. Y todo conocimiento es inútil cuando no hay trabajo.
· El sabio conoce que todo está dentro de nada. Que nada está dentro de nada. Que todo está dentro de todo.


LO SUBLIME

Una nueva forma de satisfacer un instinto se halla en la sublimación (sublimar = elevar). La sicología entiende por ello una transmutación y una elevación del instinto en cuestión a un plano puramente intelectual. Freud opinaba que todos los resultados obtenidos en la esfera intelectual se debían a una sublimación del instinto sexual. Sin duda alguna, es muy posible que toda la energía psíquica que no puede desplegarse en el campo erótico, sea capaz de transformarse en fuerza creadora de índole espiritual. Sin embargo, es con toda seguridad una posición demasiado parcial el querer explicar por esta vía todo lo espiritual o intelectual. Debemos suponer que junto a los instintos elementales, también existirán, de un modo natural, instintos más elevados. Ambos tipos de instintos coexisten y solamente se satisfacen en distintos planos de la vida.
De hecho, la sublimación no es más que una forma de compensación o de satisfacción de una necesidad a través de un substitutivo. Pero en este caso, el instinto elemental se convierte en una necesidad espiritual, o para decirlo de otro modo, el instinto inferior se transforma en otro más elevado.. El individuo renuncia voluntaria y forzosamente a la satisfacción de tipo elemental y se compensa con una nueva forma de tipo espiritual. Este fenómeno se comprenderá también fácilmente si para su explicación recordamos el principio del placer. En ambos casos se trata de alcanzar el mayor grado posible de satisfacción interior, o dicho de otro modo, de placer. Los caminos, niveles y planos espirituales en que esto se consiga, carecen de importancia. Lo esencial es evitar el descontento y alcanzar la sensación de satisfacción.


PERCEPCION

Mi cuerpo es una percepción que tengo en el espacio y en el tiempo. Tiene una ubicación en el espacio y existe en el tiempo. Tiene un comienzo, un intermedio y un final.

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Mi mundo es una continuidad de percepciones y, por lo tanto, está compuesto de sucesos en el espacio-tiempo. Existe en forma de objetos en el espacio que tienen comienzo, intermedio y final.

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Mi cerebro es un instrumento del que me sirvo para tener percepciones.

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¿Dónde está el yo que se está sirviendo de este instrumento (llamado cerebro) para tener estas percepciones llamadas cuerpo, que nace, se mueve por el espacio y por el tiempo y, por fin, muere?

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El yo es el perceptor que está detrás de todas las percepciones, el pensador que está detrás de todos los pensamientos, es el espectador que está detrás de todos los escenarios, es el observador que está detrás de todas las observaciones.

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La percepción cambia, pero el perceptor sigue siendo el mismo. El pensamiento va y viene, el pensador siempre está allí; el escenario se transforma, pero el espectador se mantiene invariable, eterno. El yo verdadero es el espectador, no el escenario.

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Yo no puedo percibir al perceptor aplicando mis sentidos, pues cuando aplico mis sentidos empiezo a tener percepciones, y entonces dejo de estar conmigo mismo: estoy con mi percepción.

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Yo, pensando pensamientos, no puedo percibir el perceptor, porque cuando yo estoy pensando, no puedo seguir estando conmigo mismo, el pensador.

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Los pensamientos son percepciones. El pensador es el perceptor. Es posible que el pensamiento sea el pensador disfrazado, y que la percepción sea el perceptor disfrazado.

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Este es el dilema.
¿Es el pensador el pensamiento?
¿Es el perceptor la percepción?
¿Podría el espectador ser el escenario?

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Vamos a examinar tanto al perceptor como a la percepción.
Todas las percepciones son sucesos del espacio-tiempo.

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Están en el mundo de las dimensiones.

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Mi cuerpo ocupa espacio. Tiene altura, anchura, volumen. Existe en el tiempo. Está limitado por el tiempo.

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Hasta los pensamientos son sucesos que parpadean en el espacio-tiempo. Ocurren durante un parpadeo instantáneo y tienen comienzo, medio y final. Durante un parpadeo instantáneo ocupan un espacio y tienen una posición en la conciencia.

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Por eso, toda percepción está limitada por el tiempo.

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El perceptor, por otra parte, siendo el testigo silencioso e inmutable de todas las percepciones, es intemporal.

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El perceptor no tiene dimensiones.
El perceptor no ocupa espacio.

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Dado que el perceptor está allí antes de la percepción y está allí después de la percepción, entonces siempre está allí; y al estar siempre allí, es eterno.

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Eterno, no limitado, no espacial, intemporal, no dimensional: el perceptor es Espíritu.

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El Espíritu es el verdadero yo

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¿Cómo puedo encontrar el Espíritu?
No a fuerza de pensar.
No a fuerza de obrar.
Sólo a fuerza de Ser.


LA NATURALEZA HUMANA

Si a usted no le importa molestar a su familia y a sus amigos, pruebe a preguntarles por qué les importan los automóviles nuevos, los partidos de fútbol, los ascensos en el trabajo, las ropas bonitas, los ordenadores más potentes, los restaurantes de lujo, etc.
Las conversaciones de este tipo tienen dos características extrañas. En primer lugar, no se producen casi nunca. Es probable que la gente no lo odie a usted por hacer preguntas de este tipo, pero las preguntas les parecerán extrañas. Hay ciertas cosas en la vida que simplemente se dan por supuestas. En segundo lugar, la gente rara vez tiene buenas respuestas a este tipo de preguntas. Hasta las personas muy inteligentes y con estudios pueden no tener idea de la respuesta, a no ser que estén al tanto de los últimos avances de la sicología evolutiva.
Al fin y al cabo, cuando formulamos preguntas como éstas, los interrogados suelen alegar que "hacen lo natural" o que "es la naturaleza humana". Esto también es extraño, pues es probable que les enseñasen en la escuela que la supuesta naturaleza humana no existe. A mí me lo enseñaron. Parece que ellos no lo creen, ni tampoco lo creo yo.
Lo más probable es que a usted también le enseñasen en la escuela que los seres humanos son infinitamente flexibles, que las personas son capaces, en teoría, de seguir casi cualquier modo de vida imaginable. Quizás le enseñaran que todos los demás animales tienen instintos, pero que el instinto es una fuerza despreciable en la vida humana, pues los seres humanos podemos pensar, recordar y aprender los unos de los otros de un modo que no está al alcance de los demás animales. También es probable que usted haya leído esta opinión en libros. Casi todo el mundo la compartía hasta hace cosa de veinte años.
Sí existe algo llamado naturaleza humana, que viene a ser igual en todo el mundo y en todos los momentos de la historia, y que no difiere mucho de la naturaleza chimpancesca, de la naturaleza goriliana o de la naturaleza mandriliana. Voy a explicarle lo que es la naturaleza humana y cómo se hizo así. (Es un tema complejo, de modo que tendré que dejar de lado muchos detalles.) No serán sólo ideas mías. En los últimos veinte años, los biólogos especializados en conducta humana y los antropólogos y psicólogos con una visión evolutiva de sus temas de estudio han recopilado un amplio hábeas de investigaciones científicas que apoyan esta postura.
Consideremos los doce fenómenos siguientes:
· Entre todas las cosas malas que pueden suceder a una persona, se considera en general que la muerte de un hijo es la peor, y los hijos se recuperan mucho mejor de la muerte de un progenitor que los padres de la muerte de una hijo.
· En todo el mundo los hombres tienden más que las mujeres a abandonar, a descuidar o a maltratar a sus hijos, y los niños adoptados tienen más probabilidades de ser maltratados o abandonados por su padre o madre adoptiva que los hijos naturales.
· Las expresiones faciales que transmiten emociones son semejantes en todo el mundo.
· A todas las personas, en todos los lugares, les producen recelo las serpientes y las arañas, pero suelen despreocuparse de peligros mayores como son los vertidos tóxicos y los conductores borrachos.
· A la gente de todo el mundo le interesan intensamente las cuestiones de parentela. Procuran no olvidar quiénes son sus parientes, dónde están y cómo les va.
· En todo el mundo y en todas las épocas de la historia las personas han aborrecido las relaciones sexuales entre parientes próximos (entre padres e hijos, entre abuelos y nietos, entre hermanos, en muchos casos también entre primos carnales).
· En todas las sociedades, las personas reconocen diversas formas de nivel social, y todos temen la pérdida del nivel social que ostenten.
· Las mujeres, incluso las feministas modernas, siempre han se han sentido atraídas por los hombres relativamente dominantes y prósperos.
· En casi todas las sociedades de la Tierra, del pasado o del presente, a los hombres les interesan mucho las relaciones sexuales circunstanciales con mujeres, mientras que las mujeres son muy selectivas al elegir a sus compañeros sexuales.
· Los hombres maduros prefieren en general, en todas partes, casarse con mujeres más jóvenes.
· En casi todas las sociedades que se han estudiado hasta el momento, los hombres intentan vencer a otros hombres en competiciones deportivas, y los campeones deportivos son considerados compañeros sentimentales deseables por muchas mujeres.
· La poligamia (un hombre con dos o más esposas) ha sido común en muchas culturas, mientras que la poliandria (una mujer con dos o más maridos) ha sido bastante rara.

¿Por qué son así las cosas?
Es posible que a usted no le agrade esta lista. Quizás discuta algunas de mis generalizaciones, aunque si comprueba más a fondo los hechos descubrirá que son ciertos. Puede que se le ocurran contraejemplos. Existen algunos, pero no muchos. Quizás sospeche que yo tengo mis motivos ocultos para preguntarle por qué son así las cosas. Tal vez le inquiete la posibilidad de que yo presente estas afirmaciones porque soy un varón blanco y heterosexual que creo que las mujeres deben ocupar un papel secundario con respecto a los hombres, o que debe condenarse la homosexualidad, o que ciertos grupos étnicos deben seguir dominando a otros grupos étnicos, o que los ricos merecen ser ricos y los pobres merecen ser pobres.
En realidad, no creo que las cosas deban ser así. Si lo creyera, no estaría escribiendo estas letras. No creo que las cosas tengan que ser así. Si pregunto por qué son así las cosas, es para demostrar algo muy concreto. Es casi imposible explicar tales cosas ( y otras docenas de cosas como ellas) sin recurrir a la naturaleza humana y al instinto.
Intente verlo de este modo: ¿Cómo sería la vida humana si la gente no tuviera más que sentimientos racionales con respecto al sexo; si sólo tuvieran hijos por causas lógicas; si no existieran los niveles sociales o a la gente no les importasen; si las personas no compitieran entre sí de diversos modos; si no existieran los celos sexuales; si a la gente no le importase el atractivo físico; si los padres no establecieran vínculos apasionados con sus hijos; si a la gente no le interesasen las relaciones de parentesco? Si usted es una persona idealista y con imaginación, puede creer en un primer momento que el mundo sería mejor de ese modo. Pero si reflexiona un poco más, quizás advierta que un mundo así sería tan ajeno a nosotros que resulta muy difícil concebirlo. Nunca ha existido en la Tierra una cultura que viviera así.
El modo de vida que yo propongo (basado en desear lo que se tiene de acuerdo con los principios de Compasión, Atención y Gratitud) es contrario a la naturaleza humana. Es propio de la naturaleza humana desear lo que no se tiene. Para tener esperanzas de éxito en la tarea de desear lo que se tiene, usted debe comprender con qué se enfrenta. Si lo comprende, su decisión puede reforzarse, y podrá disponer de más recursos cuando el camino se ponga duro.
Para comprender la naturaleza humana y cómo llegó a ser tal como es, debe comprender un poco la evolución y el instinto. Los seres humanos tenemos nuestras inclinaciones naturales exactamente del mismo modo que las tienen los narcisos, las lombrices, los puercoespines, los leones y los chimpancés.


EL ESPACIO

Cuando cuantifico el espacio, creo el tiempo.

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El tiempo es un modo de medir el espacio

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Cuando cuantifico el tiempo, creo el espacio. El espacio es un modo de medir el tiempo.

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Cuando me cuantifico a mí mismo, creo una persona.

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Cuando advierto los espacios entre los sonidos y los espacios entre las palabras, así como los espacios entre mis pensamientos y el silencio de fondo que está detrás de todo, comprendo que todos estos espacios son un mismo espacio.

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Este espacio es el punto de entrada. Es el vórtice transformador, el pasillo, la ventana al Espíritu.

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El espíritu está más allá del vacío del espacio. Este ámbito, más allá del vacío, no es una nada vacía; es el vientre de la creación.

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La Naturaleza acude a un mismo lugar para crear una galaxia de estrellas, un cúmulo de nebulosas, una selva tropical, un cuerpo humano o un pensamiento. Ese lugar es el Espíritu.

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El tiempo personal nace en los espacios que están entre los recuerdos personales.

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El tiempo cósmico nace en los espacios que están entre los recuerdos cósmicos.

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El Espíritu es la potencialidad de los sucesos del espacio-tiempo.

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El Espíritu, moviéndose dentro de sí mismo, crea los sucesos del espacio-tiempo y se convierte en materia.

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El Espíritu y la materia son uno.

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El observador y lo observado son uno.

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El espectador y el escenario son uno.

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El espectador, el observador, el perceptor, el pensador, el campo y la conciencia pura son palabras distintas que describen todas ellas al Espíritu.


COMENCEMOS CON UNA BUENA HIGIENE MENTAL


LA SABIDURIA


La gran protagonista de la evolución es la experiencia. A través de ella las especies aprenden, desarrollan el instinto y avanzan.
El hombre posee una cualidad única que le aventaja sobre las demás criaturas: el lenguaje -hablado y escrito- que le permite transmitir sus experiencias y recibir información de otros.
El cerebro humano ha desarrollado mecanismos capaces de procesar, memorizar y reproducir información. Esta habilidad ha contribuido grandemente a la evolución de nuestra raza y ha acelerado el sistema de aprendizaje, pero...
Sólo se sabe lo que se experimenta. La información no es más que un sistema de referencias que sólo puede resultar de gran ayuda en el análisis y asimilación de nuestras propias vivencias, pero que no es, en sí mismo, una fuente de sabiduría.
Esto parece ignorarlo el sistema de educación occidental que atesta de información al individuo y sólo considera aventajado a quien es capaz de almacenar y reproducir más datos. Corremos el riesgo de descuidar el cultivo de las facultades superiores de la mente, al potenciar excesivamente los mecanismos automáticos cerebrales que realizan funciones semejantes a las de los procesadores.
Por otra parte, aceptar como verdad última la información recibida es el paso definitivo para la robotización del ser humano. Y no deja de ser irónico que esto ocurra bajo el señuelo de la libertad. El mundo está plagado de ingenuos que creen que nadan en un océano de libertad sólo porque se les otorga el derecho a tomar pequeñas opciones, mientras se les condiciona culturalmente desde la infancia por medio de la información.
La información es útil cuando el individuo puede filtrarla con ayuda de la discriminación y metabolizarla con la propia experiencia. En todos los demás casos constituye una programación, un lavado de cerebro. La persona informada, como las computadoras de la quinta generación, parece muy inteligente, pero no lo es. En cambio, sí resulta útil al cumplir fielmente las funciones para las que ha sido programada.
Mientras no haya una individualidad soberana que utilice inteligentemente la información en lugar de mimetizarse con ella, el hombre no será libre por más que muchos proclamen la libertad como bandera. Creérselo forma parte del programa.
Hay campos en los que la información transmite el conocimiento práctico acumulado por la especie y es extraordinariamente útil. Pero hay otros, que la mente tiende a aceptar con la misma reverencia casi religiosa, en los que la información no es más que la interpretación subjetiva de la experiencia de otra persona. Aquí es donde la discriminación ha de intervenir de manera implacable.
La sabiduría es la esencia que las facultades superiores de la mente liban en cada experiencia, mientras que la información es el relato de esa vivencia. Sin experiencia no hay auténtico conocimiento, y sin éste no hay libertad posible.

Aforismos.

· La verdadera sabiduría consiste en unir lo que es bueno con lo que es mejor. En separar lo que es bueno de lo que es malo, pero sabiendo que el mal siempre tiene dos caras.
· El sabio no ignora que cualquier parte del Universo, por infinitesimal que sea, sabe todo lo que ocurre en el resto del Universo, y que todo el resto del Universo sabe lo que ocurre allí.
· Sabe el sabio que es fácil imponer la ley por la fuerza. Y que es difícil propagarla con el ejemplo.
· La meditación profunda, la plegaria espontánea, el reposo solitario, la alimentación sencilla y el movimiento mesurado, mantienen el espíritu, el alma y el cuerpo del sabio.
· Aquel que reconoce su ignorancia, su impotencia y sus faltas, está empezando a caminar por el sendero de la sabiduría.
· Es sabio aquel que llega a ser lo que Es.
· El sabio ilumina y vivifica todo lo que se le acerca.
· El sabio muere a sí mismo y nace en el creador. Muy pocos conocen esto.
· Sabe el sabio que uno puede entenderse con los demás sin hablar. Y que podemos perder a nuestro mejor amigo pronunciando una sola palabra.
· Sabe el sabio que el mundo actual ni es bueno ni malo, ni real ni ilusorio. Sabe que está formado por una porción de luz divina fraccionada al infinito en las tinieblas del No-Ser.
· Sabe el sabio que lo que es muy complicado -como muchas doctrinas o filosofías- esconde casi siempre la mentira. Lo que parece muy sencillo, encierra a menudo una verdad sublime.
· Sólo aquel que ha recorrido la senda de la sabiduría puede indicar el camino, pero son pocos los que le escuchan y le creen.
· La humildad y el amor son el adorno de la sabiduría.
· Ninguna religión -esto lo sabe muy bien el sabio- tiene el monopolio del Creador, ya que él es Único y ellas son diversas. Sabe el sabio que la esencia de todas es la misma, cuando ellas enseñan el Amor y viven el Amor, pues de lo contrario no son sino cuentos.


EL PENSAMIENTO


Nos damos cuenta de que estamos condicionados. El analizar, el pensar sobre un problema es ejercer la fuerza para romper con algo.
Limitémonos a ver el problema, no preguntemos cuál es la respuesta, la solución. El hecho es que estamos condicionados y que todo pensar destinado a comprender este condicionamiento será siempre parcial; por lo tanto, jamás hay una comprensión total. Y sólo en la comprensión total del proceso íntegro del pensar hay libertad. La dificultad está en que siempre estamos funcionando dentro del campo de lamente, del pensamiento y, vemos que siempre es parcial.
Para liberar la mente de todo condicionamiento, debemos ver la totalidad de éste sin que intervenga el pensar. Esto es ser libre con respecto al "yo".

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El pensamiento es una fuerza vital; es la fuerza más viva, sutil e irresistible que existe en el universo.
El pensamiento es una gran fuerza, es una fuerza dinámica. Lo producen las vibraciones del Prana físico, en la sustancia mental. Es una fuerza como la gravedad, la atracción o la repulsión.
Estás rodeado por un océano de pensamiento. Estás flotando en el océano del pensamiento. Estás absorbiendo determinados pensamientos y rechazando otros en el mundo del pensamiento. El mundo del pensamiento es relativamente más real que este universo físico.
Los pensamientos son cosas vivas. Cada cambio de pensamiento va acompañado de una vibración en su materia mental.
Cada pensamiento tiene un nombre y una forma determinados. La forma es el estado más grueso, y el nombre el más fino, de una fuerza única que se manifiesta llamada pensamiento.

El pensamiento es materia sutil
El pensamiento es materia sutil. El pensamiento es una cosa tangible como un pedazo de piedra. El pensamiento tiene forma, medidas, contornos, color, cualidad, sustancia, fuerza y peso. Un pensamiento espiritual es de color amarillo, un pensamiento cargado de ira y de odio es de color rojo oscuro; un pensamiento egoísta es de color marrón, etcétera.
Puede que tú mueras, pero tus pensamientos no pueden morir nunca. Los pensamientos poderosos de los grandes sabios de antaño se conservan aún en los registros akásicos o etéreos. Los perceptivos que tienen visión clarividente pueden percibir estas imágenes de los pensamientos y leerlas.
Quien tiene pensamientos puros habla poderosamente y produce una impresión profunda en las mentes de quienes le escuchan. Influye en millares de personas por medio de sus pensamientos puros. Un pensamiento puro es más agudo que el filo de una cuchilla.

El pensamiento construye el carácter
Cada pensamiento tuyo tiene para ti un valor literal en todos los aspectos. La fortaleza de tu cuerpo y la de tu mente, tu éxito en la vida y el placer que produzca a los demás tu compañía, dependen de la naturaleza y calidad de tus pensamientos. Debes conocer las culturas del pensamiento, que es una ciencia exacta.
El hombre es creado por el pensamiento. En lo que el hombre piensa, en ello se convierte. Piensa que eres fuerte, y fuerte te volverás. Piensa que eres débil y te volverás débil. Piensa que eres necio y te convertirás en necio. El hombre forma su propio carácter, convirtiéndose en lo que piensa. Si meditas sobre el coraje, instaurarás éste en tu carácter. E igual ocurre con la pureza, la paciencia, el no-egoísmo y el autocontrol. Si piensas noblemente, construirás para ti gradualmente un carácter noble. Pero si piensas de una forma baja, formarás un carácter mezquino. Puedes construir tu carácter igual que un albañil construye un muro obrando con y por medio de la ley.
La mente tiene un gran poder de atracción. Estás continuamente atrayendo hacia ti, tanto el lado visible como el invisible de las fuerzas vitales, pensamientos, influencias y condiciones similares a las de tus propios pensamientos. Lleva contigo cualquier tipo de pensamiento que te guste y, en tanto que lo retengas, no importa que vayas de un lado para otro por mar o por tierra, atraerás incesantemente hacia ti, advirtiéndolo o no, exacta y únicamente lo que corresponda a la cualidad predominante en tu propio pensamiento.
Un buen pensamiento es triplemente beneficioso. Primero beneficia a quien lo piensa, mejorando su cuerpo mental. En segundo lugar, beneficia a la persona en la cual se piensa. Y, finalmente, beneficia a toda la humanidad, mejorando la atmósfera mental general.
Por el contrario, un pensamiento negativo es triplemente perjudicial. En primer lugar, daña a quien lo piensa, dañando su cuerpo mental. En segundo lugar, daña a la persona que es su objetivo. Y, por último, daña a toda la humanidad, viciando toda la atmósfera mental.
Los pensamientos llevan a la acción. Los malos pensamientos producen malas acciones. Los buenos pensamientos generan buenas acciones. Los pensamientos son fuente de todas las acciones. El pensamiento es el verdadero Karma. Pensar constituye la verdadera acción. Si puedes desarraigar todos los malos pensamientos desde el principio, no cometerás ninguna acción reprobable. Si puedes cortarlos en cuanto broten, te librarás de las desgracias y aflicciones de este mundo. Observa tus pensamientos con vigilancia e introspección.

La erradicación de pensamientos negativos
Primero penetra en la mente un mal pensamiento. Entonces cultivas una imaginación fuerte. Te deleitas dando vueltas a ese mal pensamiento, consintiendo que permanezca en tu mente. El pensamiento negativo, al no ser resistido, va gradualmente fijándose en tu mente, hasta ser muy difícil de expulsar.
Los pensamientos ganan fuerza por medio de su repetición. Si cultivas en una ocasión un pensamiento bueno o malo, ese pensamiento tendrá una cierta tendencia a regresar de nuevo.
Los pensamientos similares se agrupan, lo mismo que los pájaros de la misma especie forman una bandada. Si cultivas un solo pensamiento negativo, se agruparán en ti todo tipo de malos pensamientos y te harán caer. Mientras que si cultivas cualquier pensamiento bueno, se reunirán en ti todo tipo de pensamientos buenos y te elevarán.
Controla tus pensamientos. Del mismo modo que conservas sólo las frutas buenas de la cesta, desechando las malas, conserva únicamente los pensamientos buenos en tu mente, rechazando los malos. Extirpa la codicia, la avaricia, el egoísmo. Cultiva únicamente pensamientos puros. Aunque ésta sea una tarea difícil, tendrás que practicarla. Donde no hay esfuerzo no hay ganancia.
Los pensamientos son como las olas del océano. Son incontables. Puedes desesperarte al principio, pues puede que algunos se desvanezcan, mientras que otros se derramarán como una corriente poderosa. Los mismos viejos pensamientos que fueron en una ocasión suprimidos, pueden volver a mostrar su cara después de algún tiempo. Nunca des lugar al desaliento durante tu práctica. La fortaleza espiritual interna se manifestará en ti gradualmente. Podrás sentirla y triunfarás al final. Todos los sabios de antaño tuvieron que afrontar las mismas dificultades que tú experimentaras ahora.
Date cuenta por ti mismo de las graves y funestas consecuencias de los malos pensamientos. Eso te pondrá en guardia cuando éstos te asalten. En el momento que aparezcan, esfuérzate por distraer tu mente con algún otro objeto, con pensamientos positivos, la meditación o un mantra. El deseo sincero de expulsar los malos pensamientos te mantendrá siempre alerta. Tanto es así, que incluso si te asaltan en el sueño, te despertarás de inmediato.
Vigila tu mente a cada minuto. Llena tu mente de pensamientos sublimes y date tiempo para que ellos entre en ti.

El pensamiento claro
La mayoría de personas no saben lo que es el pensamiento profundo. Sus pensamientos se mueven alborotados. Hay mucha confusión a veces en su mente. Sus imágenes mentales están muy distorsionadas.
Los pensadores no abundan en este mundo. El pensamiento es superficial en la gran mayoría de las personas. El pensamiento profundo requiere de una práctica intensa. El hombre que dice la verdad y que tiene pureza moral, alberga siempre pensamientos poderosos. Quien ha controlado la ira por medio de una práctica prolongada, tiene un gran poder de pensamiento.
Cuantos menos pensamientos hay, mayor es la paz. Cuantos menos deseos se tienen, menos son los pensamientos. Recuérdalo siempre.
Una persona adinerada, que está dedicada a especular en una gran ciudad y que tiene un elevado número de pensamientos, tiene una mente intranquila a pesar de sus comodidades. Mientras que un peregrino, que practica en control de pensamiento, es muy feliz a pesar de su pobreza.
A través de una práctica constante e intensa, puedes aquietar tus olas mentales y quedar libre de pensamiento. El hombre sereno sin olas en su mente ayuda más al mundo que el hombre que habla desde una tribuna. La gente ordinaria difícilmente puede entender esto. Cuando estás sereno, penetras e impregnas realmente cada átomo del universo, purificando y elevando al mundo entero. Intenta que tu mente sea un océano tranquilo, sin olas de pensamientos en tu mente.

· En el acto de pensar está implicado todo el hombre, pero sobre todo el cerebro. Pensarás con más claridad y rigor cuanto más sano esté tu cuerpo físico y más fuerte y en equilibrio tu cuerpo de energía vital que lo interpenetra.
· Una mente flexible y abierta es una mente entrenada. Una mente rígida es una fuente de sufrimiento para ti mismo y un peligro para los demás.
· Comprueba con frecuencia si esa opinión que emites es fruto de tu propio pensamiento o del pensamiento de otros. Has de aprender a pensar por tu cuenta, sin temor a equivocarte; de los errores también se aprende.
· Para pensar necesitas relacionar datos. Has de poseer un criterio claro para seleccionar la información fidedigna e introducirla en tu memoria. Tus decisiones serán mucho más certeras.
· Un pensamiento vivo, trabajado y sentido, es fuente de ideas propias. Con un pensamiento puramente intelectual, muerto, no pasarás de ser un almacén de ideas ajenas.
· La opinión pública no es sino la opinión de unos cuantos, que los demás aceptan.
· Atribuir un gran valor a la opinión de los hombres es, por lo general, dispensarles demasiado honor.
· Se debe pensar lo justo. Quien piensa en exceso no vive, se desvive. A quien no piensa le manejan.
· El que piensa en exceso no actúa, no se mueve. El que piensa demasiado poco es temerario. El valiente piensa lo justo.
· El pensamiento consciente no es una actividad espontánea más que en los pensadores de profesión. Esfuérzate en dedicar cada día un tiempo para pensar. No elijas al comienzo algo complicado. Pensar en algo así como en un alfiler, puede ser bueno para empezar.
· ¿Has pensado si tienes tiempo para pensar?
· Un mal pensamiento es ya un castigo.
· Párate a pensar y procura averiguar si gran parte de tu modo actual de pensar no es fruto de tus miedos, de tus complejos, de tus frustraciones, de tu pereza, de tu ambición, de tu lujuria, de tu ira, etc.
· No dejes de alimentar cada día tu alma con hermosos pensamientos.
· Hazte un fichero. Anota en cada ficha un hermoso pensamiento, sacado de tus lecturas, meditaciones, conversaciones, etc... Trata de memorizar uno cada día. Pon una ficha al alcance de tu vista cada día para poder leerlo varias veces.
· Ya que siempre no podemos decir lo que pensamos, pensemos siempre lo que decimos.
· No pienses enseguida que tu sufrimiento se debe a la mala suerte. Examina, más bien, si tu forma de pensar es la adecuada.
· Pensando puedes llegar a algunas verdades sobre ti mismo. Son pocos los que tienen el valor de decirse la verdad.
· ¿Existe alguna verdad absoluta? Encierran más verdad las paradojas que los dogmas. Una teoría abierta e incluso dispuesta a autodestruirse a sí misma es mejor que cualquier doctrina. Lo mejor de todo, la espontaneidad creadora y libre. No defiendas ninguna doctrina. Defiende, en todo caso, un método de conocimiento y de autosuperación. Y sobre todo defiende al hombre y su libertad.


RELIGION


La religión representa la relación entre los tres principios fundamentales, que son: el Ser Supremo de Luz, el mundo y el individuo. La religión proporciona solaz al peregrino exhausto en este plano terrestre, explicándole el misterio de la vida y mostrándole el camino hacia la morada inmortal.
La religión no implica una NEGACIÓN de la vida, sino la plenitud de ésta. Es la vida eterna. El hombre se convierte en Dios a través de la disciplina, el autocontrol y la meditación. ESTO ES LA RELIGIÓN.
La religión consiste en hacer el bien a los demás, en practicar el amor, la misericordia, la veracidad y la pureza en todos los senderos de la vida. La religión es la filosofía en práctica, y la filosofía es la religión en teoría. La filosofía implica una búsqueda, una indagación y una pregunta constante. La religión consiste en sentir, realizar y experimentar.
Cualquier religión es tan buena como la otra. Cualquier sendero o camino que conduzca a lo Supremo es tan bueno como otro cualquiera. Por eso, además, de las religiones generalistas deben haber las minoritarias e incluso las más necesarias... las individuales. Todas ellas con un mismo objetivo la búsqueda de nuestra verdad. Las vacas tienen colores distintos, pero el color de su leche es el mismo. Hay muy distintos tipos de rosas, pero su fragancia es la misma. La religión es una sola, aunque son muchas las formas de practicarla. La diversidad es el orden de la creación, y la religión no es una excepción.

La esencia de la religión
La religión no es un dogma. El credo es como trozos de paja. No es la teología tampoco. No se trata de una mera creencia ni de una emoción. Tampoco es simplemente una corta oración que uno hace únicamente cuando sufre de cólico intestinal agudo o de un ataque de gota. Consiste, principalmente, en una vida de bondad y servicio, en una vida de meditación.
La esencia de la religión no consiste en pintarse signos sobre la frente, ni en dejarse crecer las greñas y una buena barba, ni de raparse la cabeza y cantar el hare-hare, ni tampoco en permanecer de pie bajo un sol sofocante o sumergido en agua helada, ni de llevar hábito de color naranja, ni en tocar las campanas, soplar la concha o tocar los platillos, sino en una vida de bondad, pureza y servicio en medio de las tentaciones mundanas.
No dejes que tus preferencias personales, la fuerza generada del convencionalismo o la opinión de fanáticos y sectarios te cieguen, haciéndote adoptar una visión estrecha de la religión. Has de ser capaz de diferenciar lo esencial de lo no esencial en la religión y en la filosofía, por medio del discernimiento y la discriminación puras. Sólo entonces podrás intentar ser feliz.


PUREZA


Un bania, o comerciante, se aproximó en cierta ocasión a un Sadhu (persona espiritual, maestro), pidiéndole que le iniciase. El Sadhu le dijo: "Espera y te iniciaré dentro de algún tiempo." El bania presionó al Sadhu una y otra vez, deseoso de ser iniciado rápidamente, pero aquel se negaba por completo, alejándose de él. No obstante, un par de años después, el Sadhu decidió visitar al comerciante, llevando su escudilla para pedir limosna llena de barro, pelos, orina y excrementos. Pidió, pues, limosna al bania, y éste le ofreció todo tipo de dulces, que el mismo había preparado, pensando que esta vez sería por fin iniciado por el Sadhu. Éste le dijo entonces: "Ponlo todo en mi escudilla." El bania le preguntó asombrado: "Suámiyi, ¿cómo lo voy a poner en esa escudilla tan sucia? Límpiala y tráemela luego para poner en ella cuanto te he preparado." El Sadhu le replicó entonces: "Si eso ocurre con esta escudilla, ¿cómo puedo yo poner la pureza del Señor en tu corazón, que está lleno de todo tipo de impurezas, cómo ira, orgullo, avaricia, etc.? ¿Cómo podría iniciarte ahora, cuando tu mente está aún tan sucia como esta escudilla?" El comerciante se deprimió mucho y se alejó avergonzado. Después de aquello, se purificó por medio de la caridad, el servicio desinteresado, etc., siendo iniciado más tarde por el Sadhu.
De igual modo que el agua teñida penetra libre y fácilmente en la tela cuando ésta es completamente blanca, asimismo las instrucciones de un sabio penetran y se establecen en los corazones de los aspirantes sólo cuando las mentes de éstos son sosegadas, cuando no tienen deseos de gozar solamente y cuando han destruido sus impurezas.
La disciplina y la purificación de la mente son los requisitos esenciales para el aspirante en el sendero de la Verdad y la realización del Ser. Primero debe prepararse el terreno y, más tarde, la iniciación llegará por sí sola.

La pureza interna y la pureza externa.
Existen dos tipos de pureza: la interna y la externa. El estar libre de Raga-Duesha (Atracción y repulsión),la pureza de intenciones, la pureza de motivos y la pureza de sentimientos, constituye la pureza interna. La pureza del cuerpo por medio del baño etc., la pureza de ropa, la pureza del contorno como la casa y la vecindad, constituyen la pureza externa.
La pureza externa genera pensamientos puros. Su práctica proporciona indiferencia hacia el propio cuerpo y hacia el de los demás. Pronto pierdes "Mamata" o el sentido de propiedad de tu cuerpo.
La pureza interna es más importante que la externa. La pureza interna fija la mente en un único punto, proporciona serenidad, alegría, regocijo, fortaleza, armonía, sosiego y felicidad, e infunde amor, paciencia y magnanimidad.
Si tomas una alimentación pura, tendrás una mente pura. Si tienes pureza de mente, recordarás al Ser Supremo de Luz. Si lo recuerdas a él siempre, los nudos que oprimen el corazón, que son la ignorancia y el deseo, se desvanecerán.
La pureza mental por medio de un entrenamiento ético es, pues, de capital importancia si deseas tener éxito en la meditación y la superconsciencia.
Practicar la meditación o la contemplación en una mente perturbada por no cumplir con los preceptos morales (los tuyos, no los falsos conceptos morales de esta sociedad viciada), es como construir una casa sobre cimientos podridos. Puede que construyas la casa, pero, sin duda, acabará por caer. Igualmente, puede que practiques meditación durante muchos años, pero no conseguirás obtener ningún resultado tangible, ni fruto si no la fundamentas en un entrenamiento ético.
Si deseas instalar a Ser de Luz en el trono de tu corazón, tendrás que erradicar todas las modificaciones negativas de tu mente. ¿Qué haces cuando esperas recibir la visita de un personaje importante en tu casa? Limpias enseguida toda tu casa y la dejas reluciente. De la misma manera, tendrás que eliminar toda la escoria de impurezas de tu mente si quieres comulgar con la Luz y si quieres con sinceridad que tome asiento en tu corazón.
Los deseos mueven los sentidos. Los deseos pueden controlarse únicamente refrenando los sentidos. Controla los sentidos y aniquila los deseos.
No seas indulgente contigo mismo. Adhiérete a tus propios votos. Sé firme y resoluto. Aspira intrépidamente. Afirma y manifiesta tu control sobre la mente y los sentidos. Brillarás con el resplandor espiritual. Alcanzarás así la meta gloriosa de la vida espiritual.
La pureza es el sendero que conduce hacia ese Ser de Luz. Sin pureza, no es posible hacer ningún progreso espiritual. Tu alma es eternamente pura. Pero a través de tu contacto con la mente y los sentidos te has vuelto impuro. Recupera tu pureza original por medio de la meditación, la oración, la búsqueda de ¿quién soy yo? y una alimentación pura.
Purifica tu intelecto. Purifica tu corazón. Purifica tu palabra. Purifica tu cuerpo. Purifica tus sentidos. Purifícate, purifícate, purifícate.
La pureza de corazón es la puerta hacia la Luz. Es la antecámara de la presencia del Señor. Es la llave que abre las puertas de la intuición, que conducen a la morada de la paz suprema. Por tanto, obtén la pureza con todo el sacrificio del mundo. La pureza es el pasaporte hacia la tierra luminosa.


VIRTUDES



· Las virtudes son como bellas flores que adornan tu personalidad.
· La sangre se hereda. La virtud se conquista.
· Las virtudes que se ostentan son vanas y falsas virtudes.
· La virtud no vive en soledad, pronto se le acercan vecinos.
· La virtud es inseparable de la dicha.
· No podemos ver a la virtud sin amarla.
· Serás tanto más libre cuantas más virtudes desarrolles.
· Eso que llamas tu mala suerte, ¿no será que te faltan virtudes?
· Nuestras virtudes son a menudo hijas de nuestros vivios. Hijas del esfuerzo que nos costó superarlos.
· No reconocerás tus defectos y empezarás a transformarlos si no tienes una mínima dosis de humildad.
· Las personas en exceso "virtuosas" desacreditan a la virtud.
· Es el hombre quien debe desarrollar su virtud, no la virtud al hombre.
· La virtud es el punto medio entre dos vicios opuestos. Así, la valentía es el punto medio entre la temeridad y la cobardía.
· La virtud lleva la recompensa en sí misma.
· La virtud no consiste en abstenerse del vicio, sino en no desearlo.
· Para llegar al conocimiento de la verdad sólo hay un camino: el de la humildad.
· Un gramo de humildad vale más que una tonelada de honores.
· Cuanto más grandes somos en humildad más cerca estamos de la grandeza.
· La humildad es la reina de las virtudes. Es la luz que disipa las tinieblas esparcidas por el orgullo y la soberbia. Es el bálsamo que dulcifica las amarguras y pesares de la vida.
· Comprobarás tu grandeza cuando sepas sobreponerte sin esfuerzo a las grandes humillaciones.
· Sólo al orgullo le hunde la humillación.
· La única forma de no exponerse a sufrir una humillación es preveerla.
· El buen humor es un deber que tenemos para con nuestros prójimos y semejantes.
· La función química del humor es ésta: cambiar el carácter de nuestros pensamientos.
· El buen humor, con frecuencia, es hijo de la humildad y la modestia.
· Sencillez en el hablar, en el vestir, en todos tus modales.
· Las verdades profundas siempre pueden expresarse de un modo sencillo.
· Es curioso observar cómo casi todos los hombres que valen mucho son de maneras sencillas y que casi siempre las maneras sencillas son tomadas por indicio de poco valor.
· De las hermanas del Amor, una de las más bellas es la piedad. Desarrollarás la piedad cuando adquieras la capacidad de meterte dentro de la piel del otro.
· Lo que la lluvia es para el fuego, lo es la piedad para la cólera.
· Una piedad sin límites para todos los seres vivos es la prueba más firme y más segura de la conducta moral interior y propia.
· Difícilmente yerra la persona moderada.
· Has de aprender a usar de todo con moderación y sobriedad.
· Rechazar las alabanzas, la mayoría de veces, es un deseo de ser alabado dos veces.
· La modestia es al mérito lo que las sombras a las figuras de una cuadro. Les da relieve.
· ¿Tú te consideras modesto? No te creía tan orgulloso.
· Si la hipocresía muriera, la modestia debería ponerse, por lo menos, de medio luto.
· Sé modesto. Piensa que todavía te queda mucho por aprender.
· La modestia sola es capaz de desarmar la envidia, que por lo común hace a los hombres injustos.
· La vanidad es el amor propio al descubierto.
· La falsa modestia no es otra cosa que el orgullo disfrazado.
· Sé generoso. Hay que haber sido pobre para apreciar la dicha de dar.
· El que más da es el que más adquiere.
· Más que en dar la generosidad consiste en enseñar a cómo ser y tener.
· La discreción es la virtud sin la cual todas las demás dejan de serlo.
· Sé discreto. El día tiene ojos. La noche tiene mil orejas.
· La mejor disciplina se llama autodisciplina.
· La templanza es el vigor del alma.
· La confianza en sí mismo es el secreto del éxito.
· Generalmente ganamos la confianza de aquellos en quienes ponemos la nuestra.
· Sé justo antes de ser generoso. Sé humano antes de ser justo.
· Sin piedad la justicia se torna en crueldad. Y la piedad sin justicia en debilidad.
· Donde no hay libertad no hay justicia, y donde no hay justicia no puede haber libertad.
· Es bastante más fácil ser caritativo que justo.
· Muchas personas intentan ser buenos porque no saben ser justos.
· Donde no hay esperanza no puede haber esfuerzo.
· La esperanza deja de ser felicidad cuando va acompañada de la impaciencia.
· Basta la más pequeña partícula de esperanza para engendrar un gran amor.
· La esperanza es un préstamo hecho a la felicidad.
· La limpieza es para el cuerpo lo que la pureza es para el alma.
· Por lo general el limpio de cuerpo también lo es de alma.
· Con orden y tiempo se encuentra el secreto de hacerlo todo y hacerlo bien.
· En el trato con los demás, la comprensión, el respeto y la tolerancia deben ser la expresión del desarrollo progresivo de la virtud en ti.


EL SABER NO OCUPA LUGAR


· Más importante que saber, es saber cómo saber.
· La parte más importante de la instrucción debería ser enseñar a saber cómo saber.
· Para saber existen los métodos de la ciencia materialista. Y los de la Ciencia Espiritual. Búscalos y los encontrarás.
· El conocimiento que sólo aborda la descripción del mundo de los efectos se queda a medio camino.
· El hombre, si profundiza suficientemente su pensar, vive, en virtud de él, dentro de una realidad espiritual de índole universal.
· Podemos creer que los pensamientos de las cosas moran dentro del hombre, cuando en realidad imperan en las cosas mismas.
· Por vivencia personal podemos deducir y reconocer el hecho de que el hombre puede intuirse a sí mismo como espíritu independiente del cuerpo arraigado en un mundo puramente espiritual.
· Existe una creciente sed por una concepción satisfactoria del mundo y de la vida pero la filosofía actual no es capaz de dar respuestas convincentes. No se puede crear, artificialmente un anhelo espiritual sino buscarlo allí donde ya existe y satisfacerlo.
· Muchos de nuestros filósofos actuales engendran problemas que no son natural derivación de la época cultural que hemos alcanzado y en consecuencia a nadie interesa mucho de lo que ellos pueden decir.
· La filosofía materialista no puede dar respuestas a los problemas y anhelos más esenciales del hombre, que son de índole espiritual.
· La ciencia pasa por alto los interrogantes que nuestra formación cultural no puede menos que formular. Se pasa por alto el ¿para qué todo esto? ¿hacia dónde vamos con todo esto?
· Debemos enfocar el conocimiento del Universo no como si éste fuese un mecanismo, sino como un organismo viviente interpenetrado del mundo causal del espíritu.
· Mucho del error filosófico de la actualidad tiene su origen en que se reclama validez universal para un modo de pensar que sólo lo tiene para una clase de objetos.
· Para que nuestra capacidad de pensar sea capaz de penetrar el mundo en profundidad el pensamiento mismo debe empezar a devenir experiencia.
· Hemos de enfrentarnos con la experiencia pura y buscar en ésta el elemento que la ilumina, tanto a ella como a la demás realidad
· El error básico de muchas Gnoseologías actuales es que creen relatar la experiencia pura cuando, en realidad, no hacen más que leer en ella lo que ellas mismas escribieron.
· Sólo al pensar puede aplicarse el principio de experiencia en su significación más extrema.
· El pensar capta un aspecto de la realidad del cual un ser puramente sensorio sólo suministra un lado de la realidad. El otro se capta mediante el pensar.
· La función del pensamiento no es rumiar lo que transmiten los sentidos sino penetrar en lo que a estos les es vedado.
· El pensamiento no es receptáculo sin contenido, sino que tiene un concepto en sí, contenido que no coincide con el de ninguna otra forma fenoménica.
· Para emplear el pensamiento con éxito en la tarea de conocer debemos tener un buen entrenamiento. La Ciencia Espiritual proporciona un buen método.
· El entrenamiento con el pensamiento es una gran ayuda para el éxito, la paz interior y la felicidad.
· El pensar es una totalidad en sí, autosuficiente, que no debe trascenderse a sí mismo so riesgo de ir a parar en el vacío. El pensar, para explicar algo, no debe recurrir a elementos que no se hallen dentro de sí mismo.
· Una cosa que el pensar no pudiera abarcar sería una anticosa. Todo halla su lugar en el pensar.


LIBERTAD


Una de las características más sobresalientes del ser humano es su ansia de libertad. Libertad es una palabra sagrada en el mundo occidental. Hasta se le ha erigido una estatua en el confín de América que da la bienvenida a cuantos llegan a la ciudad de Nueva York desde el Viejo Continente. En Francia, la libertad forma parte de la trinidad política del país, junto a la igualdad y la fraternidad. También figura en el ideario de anarquistas, republicanos y demócratas. Tal vez no sea exagerado afirmar que la palabra libertad se repite hoy en el mundo más que el nombre de Dios.
Todos queremos ser independientes. Nadie desea servir a nadie. El empleado ahorra dinero sin desmayo para establecer su propio negocio. El catedrático aspira a ser rector. Todos deseamos ser legisladores. Todos queremos que los demás se rijan por nuestros deseos. A nadie le gusta verse sometido a los deseos de los otros. En el fondo de su corazón, nadie desearía tener rival. La causa de todo esto es que existe en nosotros un ser efulgente e inmortal que no tiene segundo, ni rival; que es el legislador íntimo y el soporte de todo el universo. Este ser constituye nuestra verdadera naturaleza, nuestra propia esencia y por eso todos albergamos tales deseos y sentimientos. La libertad es el derecho de nacimiento del hombre que ninguna fuerza puede suprimir. La libertad es una llama siempre viva.
Sin embargo, en el plano ordinario, los conceptos de libertad son distintos según las personas que los interpreten. Para unos, la libertad consiste en escapar a la esclavitud del consumo y a la tiranía del capitalismo. Para otros, libertad es el derecho a hacer o decir cuanto les venga en gana sin más límite que los que impone la libertad del prójimo o la ley común establecida y mayoritariamente aceptada. Es de suponer que para algunos la libertad constituye un derecho sin límites, absoluto, y para otros, en fin, sólo tiene aplicación en pequeñas cuestiones como elegir una camisa azul o blanca.
En esto de la libertad, como en tantas otras cosas, se busca un ejercicio exterior, aparente, ficticio. Se busca la libertad de hacer, de decir y de pensar. Para la mayoría, la libertad es sacudirse el yugo condicionante de las presiones externas, de las circunstancias, de las alineaciones o de otras personas. ¡Qué pocos se dan cuenta todavía de que la mayor esclavitud es la de la propia mente! ¡Qué pocos ven en el juego de los sentidos esa circunstancia condicionante que anula nuestra propia libertad! ¡Qué pocos aún los que aciertan a ver en su propio ego el tirano dictador que los oprime!
La libertad de palabra y de pensamiento no es verdadera libertad. Hacer en cada momento lo que a uno le viene en gana no es verdadera libertad. Poder desnudarse en público tampoco es libertad. Como tampoco lo es ser monarca, detentar poder o poseer inmensas riquezas. Ni siquiera renunciar al mundo puede considerarse una total liberación.
La auténtica libertad no es meramente política y económica, aun cuando éstas sean necesarias para el bienestar de la sociedad. La verdadera libertad es el dominio sobre sí mismo. La verdadera libertad consiste en librarse del egoísmo y de los deseos; de los gustos y de los disgustos; de la lujuria, de la avaricia y de la cólera. Son sus pasiones y deseos quienes verdaderamente esclavizan al hombre. Es su mente la causa de su falta de libertad y de su infelicidad.
Son muchos hoy los que claman por libertad, pero cuesta trabajo creer que esas voces entiendan muy bien toda la dimensión del concepto. Se lucha denodadamente por conseguir pequeñas libertades, pero eso es todo. Las libertades por las que muchos luchan hoy, otros las disfrutan desde hace tiempo y no por ello han desaparecido sus miserias y desdichas. ¿O es que la libertad política y sexual o la independencia económica liberan de enfermedades, dudas, angustias y temores? Los hombres nos liberamos de unas esclavitudes y caemos en otras. La verdadera libertad es liberarse de sí mismo. Hasta que el hombre no consiga trascender las limitaciones de su mente no habrá emancipación ni libertad. Es cierto que hay que reformar y perfeccionar lo externo. No es menos cierto que hay que someter y controlar lo interno. Algunos dicen: "En una sociedad libre y justa siempre reinaría la paz y la felicidad". Tal vez, pero una sociedad nunca será justa mientras no lo sean los hombres que la formen. Y la justicia del hombre no se consigue legislando, sino purificando el corazón. Del mismo modo, una sociedad nunca será libre mientras que los individuos que la componen sean esclavos de su ambición y sus pasiones. Si queremos una sociedad justa, formemos hombres justos. Si queremos una humanidad en paz, hagamos que la paz reine en el corazón de cada hombre. Si queremos un mundo libre, liberémonos de nuestros deseos egoístas y de nuestras pasiones incontroladas. Si queremos reformar la sociedad, reformémonos a nosotros mismos. La sociedad quedará automáticamente reformada.
Uno puede haber conseguido todas las licencias del mundo, pero seguirá prisionero de su propio cuerpo. Y además embutido en el rígido corsé de los hábitos. Y maniatado por sus apetencias y necesidades. Y vigilado por su eterno guardián: el ego. En estas circunstancias, ¿puede considerarse libre un hombre porque puede gritar?
Vivir es caminar hacia la libertad. La vida es una oportunidad que se nos da para liberarnos de nuestras miserias. Es preciso emplearse cuerdamente y no gastar la energía en salvas. Uno debiera practicar con perseverancia, con fe y con ilusión, preparándose con paciencia, no para ganar las pequeñas batallas de las libertades, sino para ganar la guerra de la auténtica liberación.

Aforismos.
· Amor, Sabiduría, Libertad, en esencia, son una o la misma cosa.
· Puedes llagar a la Libertad a través del Amor.
· El Amor necesita de la Sabiduría y va unido a ella.
· La Sabiduría necesita del Amor y va unida a él.
· Puedes llegar a la Libertad a través de la Sabiduría.
· La Libertad total es el reto esencial del hombre.
· La Sabiduría no es patrimonio de la razón.
· La Sabiduría lleva a la verdad.
· La verdad está más allá de las posibilidades de la mente.
· La Verdad es patrimonio del Espíritu, no del alma.
· No se puede transmitir la Verdad. La Verdad es vivencia.
· La Verdad no puede estar contenida en ninguna doctrina, en ninguna filosofía. Ellas pueden indicar un camino, una verdad con minúscula, pero nada más.
· La Verdad, que es una y única puede manifestarse de muy diversos modos.
· Todas las llamadas Verdades son relativas.
· Nadie te puede liberar.
· Serás más y más libre cuanto más te alejes de tus múltiples ignorancias y de tus múltiples y sutiles egoísmos.
· Busca mucho más dentro de ti que fuera de ti aquello que te impide ser libre.
· Has de poseer una mente flexible si deseas ser más libre.
· La libertad consiste en hacer lo que se debe hacer, amorosamente.
· La verdadera libertad, como la verdadera sabiduría y el verdadero Amor son ecuménicos.
· No puede existir libertad si no amamos a todos y cada uno de los reinos de la naturaleza.
· Serás tanto más libre cuanto más desarrolles y reflexiones sobre los ideales de los demás.
· El mayor obstáculo en el camino hacia la libertad, eres tu mismo.
· Ninguna doctrina, ningún partido político, te puede liberar. Has de ser tu con tu trabajo personal constante quien te libere.
· Un hombre puede ser libre estando en la cárcel. Una persona puede ser el mayor de los esclavos estando en plena naturaleza.
· Conforme vayas ganando en luz verás que cuanto más brillante es la luz, más sombras proyecta y de mayor intensidad.