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11/03/2018

UNA EPIDEMIA, La fea costumbre de hablar mal de los demás


Dice un gran amigo, sacerdote Católico de Fatima consagrado a ser un digno seguidor y practicante de las enseñanzas de Cristo que, “La gente feliz no habla mal de los demás”. 
Mucho cuidado, porque si se ponen de "bocones" o "boconas", se podrían poner en evidencia porque nada hay en la Tierra que pueda ser ocultado por mucho tiempo. Y si, por el contrario, somos víctimas de los criticones, debemos aprender a lidiar con todo aquel que hable a nuestras espaldas y, además, evitar que sus chismes nos afecten.

Se ha vuelto "moda", un habito muy usual hablar mal de los demás. Lo hacen los candidatos políticos, sus contrincantes, los chismosos, los criticones y los amargados, en fin.... tambien lo hacen Catolicos y Evangelicos, sinceramente siento una gran verguenza ajena por aquellos que van sus cultos a golpearse el pecho cada semana organizando incluso reuniones de sanación corporal para echar fuera infinidad de demonios y por aquellos que sagradamente se reunen a rezar el bendito rosario.

Ni hablar de los envidiosos, quienes ostentan una "maestría" en esa peligrosa profesión de ver solo lo malo de otras personas. ¿ Donde queda entonces eso de "Amarás a tu projimo" ?

De manera desafortunada, las redes virtuales se han ido convirtiendo en los "mejores" canales para este tipo de prácticas.
Lo peor es que eso de lo que tanto hablan, en un 99 % no tiene fundamento alguno. Cada palabra malintencionada que se pronuncia en contra de alguien, en el marco de esta especie de publicidad negra, lleva consigo una tremenda pobreza emocional y espiritual de parte de quien la emite.

Todos los argumentos que se esgrimen acerca de alguien suelen utilizarse para difamar, avergonzar o tergiversar la naturaleza real de una persona.
Cada crítica​ destructiva que se hace a espaldas de alguien se basa en la buena fe de quienes la escuchan, para causar algún tipo de daño de forma indirecta a quien se quiere dañar.
Vivimos rodeados de personas que se dedican, de manera exclusiva, a desprestigiarnos, a juzgarnos y a humillarnos. Incluso se atreven a descalificarnos.

Todos esos comentarios desalentadores hacen parte de una "epidemia" que, como es apenas obvio, atenta contra la buena honra de las personas. Es preciso no hacer eco de toda esa basura que oímos, vemos o leemos por ahí.
Los promotores de estos desprestigios, además de ser altamente nocivos para el entusiasmo, tienen la habilidad de multiplicar lo negativo, disparando la desconfianza que transmiten de manera absurda. Y debemos tener mucho cuidado con alguien que se la pasa hablando mal de los demás. No solo le quita tiempo con sus necedades sino que, con absoluta seguridad, también hablará mal de usted.

¿Qué hacer ante esto?
Un buen consejo dice el Reverendo Padre Emmanuel, radica en no dejarse quitar su energía, ni el matiz de su rostro por este tipo de comentarios. Es mejor hacerse a un lado y dedicarse a invertir su tiempo en actividades y reunirse con personas que le brindan más paz y tranquilidad emocional y espiritual. Y pese a la estrategia de mostrarse indiferente ante cualquier lluvia de malas intenciones, algunos aseguran que la mejor forma de contrarrestar a estas personas es dando un buen ejemplo y actuando de manera honesta enseñandole a quien intenta contagiarnos con su toxicidad que eso de hablar a espaldas de alguien No es el deber de un buen cristiano.

Enfrentar a la gente tóxica, sobre todo cuando sentimos que esas habladurías dejan en tela de juicio nuestra dignidad o la de nuestro projimo, es algo engorroso. De todas formas, si nuestra conciencia está tranquila, nada malo nos pasará. Si bien no somos perfectos, no hay nada ni nadie que esté siendo o queriendo ser perfecto en este planeta, es evidente que los que se enfocan en señalar, criticar o juzgar mal a los demás, en lugar de quedar bien, se ponen en evidencia y reflejan la vileza de sus actos y de sus "sentimientos", ¿ Podrías confiar tú, en alguien así de toxico que en el momento menos pensado podría hablar mal de ti ?
Ésta es la razón y el motivo por el cual tengo tan poquitos amigos intimos en mi vida social y en mi vida intima. Elimino de raiz el problema apartando de mi vida a personas que aun teniendo "mayoria" de edad se dedican a andar hablando mal del projimo.

Hernanos Catolicos o Evangelicos, si ustedes se han casado con Cristo, significa que se han hecho dévotos, seguidóres y practicantes de sus enseñanzas. 
Si conoces en tu comunidad o congregación a un hermanito o hermanita que se está dedicando a la practica del chisme, de las criticas y de andar hablando mal y a espaldas del projimo, FRENALOS!! y recuerdales el o los votos de santidad que han hecho. Eso es evolución bombom, eso es desarrollo y eso es crecimiento moral, social y espiritual. 


Y para finalizar, vino a mi doña Eva y me dijo: Perdón por todo el daño que le he causado, hablando mal de usted, de su padre y de sus hermanas y a sus espaldas, me dejé llevar por el comentario de otras personas de la congregación.
Eso es ser alguien con una excelente Ética moral, humana y espiritual. Amor Puro e Infinito a todos.
Alma.

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