La creación de esta generación me llevo siete días, la siega final me llevará un suspiro, pero antes he de cumplir mi palabra dada de venir a preparar el tiempo de la redención, para que puedan ser salvos y vivir en el milenio de gloria prometida, así como participar conmigo en la nueva Jerusalén.
He aquí que por mi amor les revelo que durante los próximos siete años será purificada la tierra y la humanidad. Esto será con gritos de angustia y de dolor y mayores que los que una madre sufre al parir para dar a luz a su hijo. De este modo la madre tierra parirá para dar luz a la nueva tierra, al nuevo cielo y al nuevo hombre que poblará a Jerusalén.
Un nuevo diluvio se desatará, el cual lavará a la sagrada tierra de la perversión que se vive en ella. Temblará y se removerá toda tierra, para derribar los falsos dioses que ustedes han creado y a los cuales sirven y aman más que a mí que soy su Padre. Piedra por piedra caerán los cimientos de la soberbia y la iniquidad, se borrará toda doctrina falsa y toda absurda filosofía. Mas de este diluvio que llega, ustedes son también cocreadores, porque con todo lo experimentado a lo largo de sus vidas en el planeta para imponer su voluntad sobre la naturaleza y la humanidad, han desatado todos los elementos visibles e invisibles en su contra y esto aplicará en su juicio como en su sentencia.
Oigan las voces de la naturaleza y observen el curso de los elementos. Este es tiempo de revelaciones, no hay por que perder mas tiempo valioso, estoy llamando a la puerta de sus corazones.
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